jueves, 30 de abril de 2015

Búscate a ti mismo: “El ciervo almizclero”

El YO : El ciervo almizclero



La genial leyenda hindú del “El ciervo almizclero”

El almizclero es un ciervo de pequeña estatura, de pelo corto y gris.

Vive en los bosques del Tonquín que fue un protectorado francés del Sureste Asiático que constituye lo que hoy es la mayor parte del norte de Vietnam y también el pequeño ciervo vive en las montañas del Tíbet.

Todos esos bosques fueron recorridos por aquel almizclero incansable del que habla la leyenda.

¿Qué buscaba ese animal? ¿Qué es lo que le traía tan inquieto?

En cierta ocasión había percibido un olor suavísimo y quedó prendado. Era un olor muy agradable que le despertaba todos los sentidos... ¿pero de dónde procedía el perfume? 

Empezó a husmear afanosamente entre la maleza. Siguió buscando. Giró en redondo y palmo a palmo olfateó toda la espesura. De vez en cuando una fragancia más intensa le hacía crecer que se hallaba ya próximo a la meta de sus anhelos. Pero no encontraba nada y seguía Inútil su búsqueda.

¿De dónde procedía aquel olor maravilloso? ¿Quién producía ese aroma tan preciado? ¿Serían las pequeñas flores de los prados verdes? ¿O las hierbas que crecían en las cimas altas de las montañas? ¿O quizás el rastro de algún animal desconocido?

Fue tanta su curiosidad que esta búsqueda se convirtió en la razón de vivir de aquel ciervo.

Y siguió buscando sin descanso. Subió a las cumbres más altas; bajó a los barrancos más profundos, venciendo todos los obstáculos.

Había llegado a perder el miedo al peligro. Ni comía, ni dormía. Ya no hacía otra cosa más que buscar, tan grande era su deseo.

Un día, exhausto, al borde de un precipicio, dio un mal paso y cayó rodando.

Siempre piadosa, la naturaleza le indujo a lamerse el pecho que se había desgarrado en la caída. Y se le abrieron los ojos en ese momento: era ahí, dentro de él mismo, en su mismo pecho, donde tenía la bolsa ovalada que segregaba el almizcle.

El olor que le había seducido toda su vida provenía de aquella bolsa que llevaba el mismo en su interior. ¡Por fin había encontrado aquel olor!

Un fuerte abrazo para todos.

Happy

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario