domingo, 12 de abril de 2015

NOSOTROS SOMOS EL RESULTADO DE UNA VIBRACION

 

El axioma del III principio de la filosofía hermetica es el “Principio de la vibración” donde se dice que “Nada es inmóvil; todo se mueve; todo vibra".

El gran maestro Hermes Trismegisto en los albores de nuestra civilización ya anuncio este principio que hoy empezamos a comprender gracias a la física cuántica.

Este principio encierra la verdad de que todo está en movimiento, de que nada permanece inmóvil. Estos hechos físicos que anunciaron hace miles de años por los Maestros del antiguo Egipto hoy dia  lo está confirmando la ciencia moderna.

Este principio explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aún del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios.

En términos muy simples una vibración es un movimiento oscilatorio de pequeña amplitud. Todos los cuerpos presentan una señal de vibración en la cual plasman cada una de sus características.

La vibración es un movimiento de vaivén, rápido y de poca amplitud.

Lo que distingue y diferencia a todos los objetos universales es la característica del  tono de la vibración por segundo.

Cuando hablamos de vibración, en realidad estamos hablando de ondas de su amplitud, frecuencia, intensidad, y la rapidez de la fluctuación.

Por ejemplo, una cuerda de guitarra crea su sonido a través de las ondas que crean las vibraciones que viajan a través del aire.

Las vibraciones de nuestro cuerpo son muy parecidas a las ondas que emite una guitarra aunque su naturaleza y su medio de propagación son más exóticos. Emplean el mismo medio a través del cual las ondas de luz y de radio viajan, pero están hechas de ondas potenciales en lugar de ondas electromagnéticas.

Las ondas potenciales son aquellas que la energía va asociada con una onda de propagación.

 Esto significa que el campo vibratorio de nuestro cuerpo se compone de campos y ondas mucho más sutiles que los campos eléctricos o magnéticos, por lo que los instrumentos convencionales no pueden detectar por ejemplo el aura.

Sin embargo, este campo está lleno de energía moldeada e información y es la esencia misma de nuestros pensamientos y emociones.

La explicación de nuestras vibraciones están muy relacionadas con el campo de la física cuántica, o al menos de cómo los principios cuánticos permiten a la conciencia interactuar con la realidad física.

 La física cuántica calcula futuros probables y la conciencia selecciona cuál de ellos va a experimentar. Pero mientras que la ciencia convencional dice que los efectos cuánticos se limitan a la escala subatómica, aquí reconocemos que tal vez los fenómenos cuánticos son igualmente activos en el mundo macroscópico y en realidad conducen la progresión de nuestras experiencias.

Debido a que los procesos cuánticos no sólo determinan lo que percibimos, sino también a través de qué es que lo percibimos, somos inconscientes, en gran medida, de su influencia.

 Así como todos tenemos unas huellas dactilares únicas y un físico único en el mundo lo mismo ocurre con nuestras vibraciones, en donde cada ser vivo lleva una firma vibratoria única.

Así nuestra conciencia / el alma emite un amplio espectro de vibraciones, que a través del principio de la resonancia atrae un espectro similar correspondiente a esa vibración emitida.

 Las almas de una frecuencia común comparten lugares comunes de experiencia y tienden a cruzarse en la vida.

Este es el estudio de cómo las vibraciones influyen en la experiencia, y de cómo la experiencia influye en la vibración. La simplicidad de la correspondencia entre las vibraciones del alma y la experiencia personal traiciona la sorprendente naturaleza de sus implicaciones.

 Así nuestras experiencias diarias son los efectos finales de procesos vibracionales hiperdimensionales.

Un fuerte abrazo para todos.

Happy


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