domingo, 31 de mayo de 2015

“NOSCE TE IPSUM” / “CONÓCETE A TI MISMO”

Conocete a ti mismo / Nosce te ipsum



Cada cuerpo sutil contiene varios hombres (mujeres) en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quienes somos.

El aforismo griego "Conócete a ti mismo" fue inscripto en el pronaos del templo de Apolo en Delfos.

Este aforismo ha sido atribuido a varios sabios griegos antiguos: Heráclito, Quilón de Esparta, Tales de Mileto, Sócrates, Pitágoras y  Solón de Atenas.

Muchas de estas frases  no han dejado de ser utilizadas y de animar la reflexión de los hombres desde entonces hasta hoy.

Probablemente la que más éxito ha tenido es “conócete a ti mismo”,  sobre todo desde que el propio Sócrates la utilizara muchas veces, de manera especial  según se dice en el Diálogo platónico “Alcibíades”, en el que  enfrenta al joven y ambicioso  político ateniense con su propia ignorancia. Por eso es también atribuida erróneamente al propio Sócrates la paternidad del aforismo.

Si infinitos son los pensadores y filósofos que  asumen como propio  el “Nosce te ipsum” o alguna de sus variantes, infinitos son  también los sentidos  en que se ha utilizado.

La frase no deja de ser un enigma de interpretación diversa desde el principio. ¿Pretende tan sólo recordar al hombre su condición vulnerable y mortal? ¿Quizás pretende decirnos que necesitamos conocernos bien, que debemos conocer nuestra alma intelectual y racional para orientar bien nuestra vida?, o ¿tal vez que en uno mismo se encuentra  el tesoro de los tesoros y quien se conoce a sí mismo conoce el universo y a los dioses, como pretende Hermes Trismegisto, (el tres veces grande)?

La misma idea expresa San Agustín, orientando la sentencia en sentido cristiano, cuando dice “no quieras derramarte fuera; entra dentro de ti mismo, porque en el interior del hombre  reside la verdad”.

El escritor, pensador y religioso español, Baltasar Gracián decía en su obra El Criticón, “Quien comienza ignorándose, mal podrá conocer las demás cosas. Pero ¿de qué sirve conocerlo todo si a sí mismo no se conoce?”.

Incluso en la actualidad cotidiana, en nuestra hiperactiva cultura, poco dada a la reflexión y a la tranquilidad de espíritu,   la máxima griega inspira los numerosos libros de autoayuda que buscan el norte personal  en la autoconciencia o en la aceptación de la identidad de sí mismo.

En todo caso “conocerse a sí mismo” es una tarea difícil, la más difícil, debemos de tener en cuenta que cada cuerpo sutil contiene varios hombres en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quienes somos.

Para muchos el concepto de “conocerse a sí mismo” es una tarea imposible y el hombre está condenado a no saber “quién es, de dónde viene y a dónde va” o en todo caso a tener un insignificante conocimiento de sí mismo y una ligera autoconciencia.

Y terminare con una frase que la dije al principio,  donde en  “cada cuerpo sutil contiene varios hombres (mujeres) en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quienes somos”.

Un fuerte abrazo para todos.

Happy

 

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