*** El descubrimiento
de la existencia de vibraciones cuánticas neuronales en LOS MICROTÚBULOS
neuronales, son la PIEZA CLAVE en La
“Tensegridad celular” y explicación científica de la existencia del alma.
¿Qué son los microtúbulos neuronales?
Los microtúbulos son
estructuras en forma de tubo y se encuentran en las células eucariotas es decir
en aquellas células que llevan y trasladan información genética.
Los microtúbulos
neuronales tienen una longitud, de 25 nm de diámetro exterior y unos 12 nm de
diámetro interior.
Los microtúbulos son
rígidos, sin ramificaciones y tienen la capacidad de desarmarse con gran
rapidez en un sitio y rearmarse en otro. La vida promedio de un microtúbulo es
de 10 minutos y son importantes para la vida celular.
Los microtúbulos forman
una compleja red que gracias a sus proteínas estructurales, suministran a la
célula lo que llamamos el citoesqueleto.
El citoesqueleto es un
entramado tridimensional de proteínas en las células eucariotas que organiza
las estructuras internas e interviene en los fenómenos de transporte, tráfico y
división celular.
¿Qué función tienen los microtúbulos neuronales?
Como hemos dicho los
microtúbulos intervienen en los fenómenos de transporte, tráfico y división
celular.
Otra misión importante es
crear un polímero que no es más que una
molécula grande (una macromolécula) es decir los microtúbulos una de las
funciones es crear una unión química entre las moléculas pequeñas (monómeros) y
la unión de estas moléculas pequeñas son las que forman un polímero.
Es decir los microtúbulos
neuronales forma La POLIMERIZACIÓN que es el proceso por el cual los
"monómeros" se unen (en forma de cadenas) para formas
"polímeros".
Para entender mejor este
concepto diremos que:
* El ADN es un polímero de
ÁCIDOS NUCLÉICOS.
* Las PROTEÍNAS son
polímeros de AMINOÁCIDOS.
* Y el pelo está formado
por proteínas, por eso es un polímero.
¿Quién descubrió los microtúbulos neuronales?
Eduardo D. P. De Robertis,
médico y biólogo argentino, nació en Buenos Aires el 11 de diciembre de
1913 y falleció el 31 de mayo de 1988.
El Dr. De Robertis se
dedicó a la investigación de la generación de células sexuales en anfibios y la
citología hepática, además de explicar mecanismos tiroideos y de hacer uso del
microscopio electrónico en la Argentina.
Fue el descubridor de los
microtúbulos en el interior de la
célula, avance que permitió el perfeccionamiento de muchas drogas acelerando su
metabolización.
Por sus descubrimientos
llegó a ser propuesto para recibir el premio Nobel de Medicina.
Los microtúbulos, pieza
clave en la lucha contra el cáncer.
Los microtúbulos en el
caso de la división celular, son los encargados de segregar los cromosomas en
dos lotes idénticos, que formarán el material genético de cada célula hija.
Ahora se trata de
averiguar como se regula la división celular.
Unas moléculas clave son
las cinesinas, también denominadas motores moleculares, capaces de
interaccionar con los microtúbulos y moverse a través de ellos: transportan
componentes celulares como vesículas, mitocondrias, membranas o proteínas.
El protagonismo que tienen
los microtúbulos y las cinesinas en la mitosis lleva a que se estudien en
profundidad en patologías como el cáncer, donde interesa frenar la proliferación
celular.
Hoy ya existen
medicamentos como el Taxol que es un producto que bloquea los microtúbulos.
Hasta hace poco se conocía que los microtúbulos sólo se podían formar desde el
centrosoma pero se ha demostrado ahora que los cromosomas también emiten
información para generarlos.
También hay que decir que
la cinesina aurora-A es un oncogén cuya sobre expresión promueve la
transformación celular. (Un oncogén es un gen
anormal y son los responsables de la transformación de una célula normal en una maligna que desarrollará un
determinado tipo de cáncer ).
¿Qué es La “Tensegridad celular”?
Tras el descubrimiento del
citoesqueleto por el biólogo Keith Porter
a principios de los años 80, el Dr. Donald Ingber consideró que, desde
un punto de vista mecánico, la célula se comportaba de manera similar a estructuras
arquitectónicas denominadas estructuras de tensegridad.
La Tensegridad en
arquitectura es un principio estructural basado en el empleo de componentes
aislados comprimidos que se encuentran dentro de una red tensada continua, de
tal modo que los miembros comprimidos (generalmente barras) no se tocan entre
sí y están unidos únicamente por medio de componentes traccionados
(habitualmente cables) que son los que delimitan especialmente dicho sistema.
El término Tensegridad,
proveniente del inglés Tensegrity, como hemos dicho es un término arquitectónico
acuñado por Buckminster Fuller como
contracción de tensional integrity (integridad tensional).
La mayoría de las personas
piensan que la conciencia surge de la actividad entre las células del cerebro,
o neuronas, pero Stuart Hameroff dice que no, que puede en realidad ser que los
microtúbulos, estas pequeñas estructuras dentro de las neuronas son las que
producen la base física real para la conciencia.
Hameroff llego a esa
conclusion cuando por primera vez observo un organismo unicelular como el
paramecio. Un paramecio es una célula y por lo tanto no tiene neuronas, porque
éstas también son unicelulares, pero este paramecio busca comida, nada, evita
obstáculos y predadores, encuentra un par, tiene sexo y puede aprender.
El paramecio parece tener
inteligencia, no necesariamente conciencia, pero si tiene funciones cognitivas,
queriendo decir proceso sensorio, control de conducta etc. Tiene alguna
inteligencia y no tiene neuronas; tiene sin embargo, microtúbulos, lo que
sugirió que un paramecio podría usar microtúbulos para organizar su conducta y
su cognición.
Hameroff un dia empezó a descubrir el funcionamiento
de las computadoras y de cómo trabajan las matrices de cambio, el entramado y
las redes de un computador. Mientras más estudiaba la estructura de los
microtúbulos, se le ocurrió que los microtúbulos podrían actuar como verdaderos
computadores a escala molecular.
De ahí el concepto de
“Tensegridad celular” ya que la célula se comporta como un edificio que tiene vigas y soportes
estructurales y también el cableado y el sistema de comunicaciones. Entonces la
idea fue que los microtúbulos son ambos; actuando no sólo actúan como soportes
estructurales en la maquinaria
involucrada en la división celular sino que también, como computadores
relacionados a la inteligencia y a la conciencia.
Descubrimiento de
vibraciones cuánticas en los microtúbulos
En Neurología hay un
descubrimiento científico sobre la existencia de vibraciones cuánticas en los
microtúbulos de las neuronas donde respalda la teoría de la conciencia y la
existencia del alma.
Así una revisión y
actualización de una teoría científica sobre la conciencia de hace 20 años de
existencia, publicada en Physics of Life Reviews afirma que la conciencia
deriva desde el nivel más profundo de las actividades a escala muy fina dentro
de las neuronas del cerebro.
El reciente descubrimiento
de vibraciones cuánticas en “microtúbulos” dentro de las neuronas del cerebro
corrobora esta teoría, de acuerdo con autores Stuart Hameroff y Roger Penrose.
Otra investigación
científica sobre la temperatura del interior de las células por el Dr. Anirban
Bandyopadhyay, del Instituto Nacional de Ciencias de los Materiales en Tsukuba,
Japón, sugieren que los ritmos EEG también se derivan y son provocadas de las
profundas vibraciones de los microtúbulos.
Los ritmos que aparecen en
las graficas de los EEG son consecuencia de las ondas cerebrales y que a su
vez, se derivan de profundas vibraciones a nivel de los microtúbulos y desde un
punto de vista práctico, el tratamiento de las vibraciones de los microtúbulos
del cerebro beneficiaría una serie de trastornos mentales, neurológicos y
condiciones cognitivas
Los bits cuánticos o”
qubits “, son celosías helicoidales de microtúbulos que modifican nuestra
conciencia y la realidad que vivimos.
Se ha demostrado que las
vibraciones cuánticas de los microtúbulos en megahertz interfieren en el
grafico de los EEG, lentificándolo, pero los orígenes profundos de los ritmos
EEG son aun un gran misterio.
Intentando calcular la
vibración cuántica de los microtúbulos, los cientificos encontraron una
relación de las entradas sinápticas con la memoria almacenada en los
microtúbulos.
Por otra parte también se
ha demostrado que existen unas vibraciones cuánticas en los microtúbulos del
cerebro por ejemplo en la fotosíntesis de las plantas, la navegación cerebral
del pájaro o en nuestro sentido del olfato.
También cabe mencionar los
trabajos del Dr.Roderick G. Eckenhoff, de la Universidad de Pennsylvania, que
sugieren que la anestesia, borra selectivamente la conciencia consciente sin
afectar las actividades cerebrales no conscientes y actúa a través de los
microtúbulos en las neuronas del cerebro.
La conciencia depende de
vibraciones anarmónicas de microtúbulos dentro de las neuronas, similares a
ciertos tipos de música de la India y muy diferentes de la música occidental
cuyas vibraciones son armónicas.
Así para entender el
cerebro humano, más que mirarlo como ciento de millones de neuronas tontas
interactuando juntas para producir algo inteligente y consciente, tenemos que
reconocer el hecho de que cada neurona es en sí misma es increíblemente
complicada y tiene algún grado de conciencia de sí misma, al menos alguna
inteligencia interna o de proceso relacionado a la conciencia.
Los microtúbulos como ya
hemos dicho pueden actuar como verdaderas computadoras muy eficientes y dentro
de una sola neurona puede resultar trillones de operaciones por segundo. Y ese
modelo aumentó la complejidad del cerebro enormemente.
Concepto de “Reducción Objetiva”
La realidad parece estar
dividida en dos mundos diferentes, el mundo clásico y el mundo cuántico. El
mundo clásico es el mundo de todos los días, el mundo familiar en el cual las
leyes de movimiento de Newton, el electromagnetismo y la física básica describe
muy bien casi todo. Si tú lanzas una pelota, su trayectoria, velocidad,
ubicación, puede predecirse, pero si vamos a escalas más pequeñas, átomos y
otras más pequeñas para poder argumentar, entramos en un mundo en el cual se
aplican leyes físicas completamente diferentes y las predicciones son mucho más
difíciles.
Por ejemplo las partículas
pueden estar en dos lugares o estados al mismo tiempo. Pueden no sólo estar
aquí o allá, sino que pueden estar aquí y allá simultáneamente. Eso es lo que
quiere decir superposición; en física cuántica las cosas pueden estar en
lugares múltiples o actuar como ondas, difundidas como probabilidades más que
ser partículas definidas con ubicaciones o trayectorias.
Los físicos cuánticos
dicen que hasta que un sistema cuántico es conscientemente observado o medido,
permanece en superposición de múltiples posibilidades, múltiples estados
coexistentes. Y que una vez medido, la onda probabilidad cuántica colapsa o se
reduce instantáneamente a un estado. A esto se le llama “Reducción Objetiva”.
¿Esto quiere decir que se
requiere de un observador humano para colapsar un estado de superposición? Si,
así es.
El físico cuántico, Niels
Bohr popularizó este modelo que llegó a ser conocido como la interpretación
Copenhague. Si usted lleva esto a un extremo podría suponer que si usted está
sentado en una habitación y hay un cuadro colgado en la pared detrás de usted,
el cuadro puede estar en varios y múltiples lugares a la vez hasta que usted se
da la vuelta y lo vea.
Roger Penrose propuso que
la conciencia es el colapso de la función onda, al cual él llama reducción
objetiva orquestada, ya que no siempre necesitas de un observador externo ya
que el propio sistema cuántico se puede auto colapsar. Por tanto, la
conciencia, en este modelo consiste en una serie de eventos discontinuos,
aunque se experimentan como continuos. Como sucede en las filminas y encuadre
de una película, y esto explicaría la existencia de una conciencia
inconsciente.
De acuerdo con la física
cuántica se llama efecto Many World Hypothesis (Hipótesis de Muchos Mundos)
donde una partícula cuántica puede estar en dos lugares al mismo tiempo, es
entonces que hay un estado de superposición y cada una de esas partículas
podría entonces subdividirse y formar parte de un nuevo universo, donde existe
una bifurcación en la geometría espacio-tiempo.
De acuerdo con Penrose,
los efectos gravitacionales a nivel cuántico están causando que las funciones
de ondas se colapsen automáticamente, emitiendo pequeños estallidos de
conciencia que, de algún modo, resultan en nuestra propia y continúa
experiencia de estar conscientes, momentos a momento, despiertos y vivos.
Según el matemático y filósofo Alfred North
Whitehead dijo que la conciencia y la materia estaban indisolublemente unidas,
emergiendo en una secuencia que él llamó “ocasiones de experiencia”. Recordemos
que el universo no está hecho de partículas o cosas. Es un proceso; que está
constituido por INFORMACION.
Y a comienzos de los años
90 un físico llamado Abner Shimony señaló que las ocasiones de experiencia de
Whitehead son muy parecidas a los colapsos cuánticos de la función-onda, por lo
que las visiones de Penrose son bastante consistentes con las de Whitehead.
La perspectiva de
Whitehead también ayuda a explicar el “problema duro” o porqué tenemos
experiencia de conciencia, donde la propia conciencia formaría parte del
universo como lo que se conoce escala de
Planck, que es la más pequeña primordial a nivel de espacio tiempo
cuántico.
Imagine la escala Planck
básicamente como un patrón geométrico complejo que es fractal en su naturaleza,
capaz de repetirse a sí mismo a escalas y tamaños mayores; y en ese patrón
cuántico geométrico están incrustados los presumiblemente irreducibles
componentes de la realidad, los pilares básicos de construcción de la
existencia.
Whitehead tenía la idea de
que estas ocasiones de experiencia o de momentos discretos de presencia
consciente, surgen como ondas dentro de un océano más amplio de experiencia
protoconsciente. Y en el modelo que han desarrollado Roger Penrose y Hameroff,
dicen que esos aislados momentos de conciencia humana son realmente colapsos de
función onda, que ocurren dentro de un campo universal de experiencia de
protoconciencia que es la geometría espacio tiempo escala Planck.
Comenzamos hablando acerca
de los microtúbulos, y ahora es el momento de explicar ¿Cómo se relacionan
estos colapsos de función de onda a lo que está sucediendo dentro de los
microtúbulos en el cerebro?
Hameroff explica que si
miramos lo que está pasando entre los microtúbulos sabemos que los impulsos que
originan la conciencia dentro de los microtúbulos ocurren cerca de la
frecuencia de cuarenta veces por
segundo. A esta frecuencia se le llama sincronía gamma y viene de una
investigación en Alemania por el Dr. Wolf Singer que lo descubrió en 1980
mientras experimentaba con máquinas EEG altamente sensibles.
Así lo típico con un EEG
es el resultado de un grafico que muestra una frecuencia que se obtienen unas
líneas onduladas que muestran las típicas ondas delta, alfa, teta y beta. Estas
indican impulsos eléctricos en el cerebro que van desde cero hasta cerca de
treinta hertz de ondas por segundo. Pero Singer descubrió una frecuencia más
alta, perfectamente coherente que llegó a ser conocida como la sincronía gamma,
que van desde treinta a noventa hertz, incluso más, aunque cuarenta hertz es lo
más típico. Esta sincronía eléctrica perfecta es el mejor indicador que tenemos
para un correlato neural de conciencia en el cerebro.
En el modelo que Penrose y
Hameroff han desarrollado y han propuesto que la sincronía gamma de Singer es
realmente la evidencia de un estado de colapso cuántico ocurriendo cuarenta
veces por segundo o más entre redes organizadas, coherentes de microtúbulos en
el cerebro.
Los neurobiólogos
prefieren hablar de los correlatos neuronales tratando de establecer una
correlación entre los fenómenos
neuronales y las experiencias de la conciencia.
Así con el EEG, los
investigadores han sido capaces de aislar cierta frecuencia de actividad que
sólo se correlaciona con experiencias conscientes.
Por ello en las
experiencias conscientes tienen que haber una cantidad crítica de sincronía
gamma. Y puede ocurrir en diferentes partes del cerebro. Por ejemplo, si
alguien está oliendo una rosa va a haber esta sincronía gamma en la corteza
olfatoria, la parte del cerebro que tiene que ver con el olfato. Si usted está
teniendo una conciencia visual va a tener sincronía gamma en las cortezas
visual y frontal; etc.
La sincronía gamma puede
estar en cualquier parte en el cerebro en cualquier momento y ciertamente se
correlaciona con la conciencia.
Nuestra conciencia es
realmente una secuencia de patrones discontinuos; una secuencia de imágenes
cuánticas ocurriendo aproximadamente cuarenta veces por segundo. Y de igual
modo que en cuadros en una película, nuestra conciencia parece continua porque
los cuadros están ocurriendo en una rápida sucesión. Igual pasa cuando vemos la
luz de una bombilla que es discontinua pero al ser la secuencia tan rápida
nosotros la vemos continua.
Ahora me gustaria resaltar
que la frecuencia de eventos conscientes puede variar y que en estados elevados
o alterados de conciencia podemos tener más momentos conscientes por segundo,
lo que podría querer decir que nuestra percepción del mundo exterior podría
ponerse más lento.
Por ejemplo cuando hay un
accidente de automóvil y el coche está dando vueltas, la gente a menudo reporta
que el tiempo pareció hacerse más lento y que el mundo parecía moverse a la
mitad de la velocidad de lo usual.
Esto podría deberse a que
su rango de sincronía gamma está cambiando de cuarenta hertz a unos ochenta
hertz por segundo.
Otro ejemplo es que
alguien le preguntó una vez a Michael Jordan, cuando estaba en el mejor momento
de su carrera, cómo era el capaz de superar al otro equipo y tan bien. Y él dijo
que cuando estaba jugando bien era como si el otro equipo estuviera en cámara
lenta. Tal vez Michael Jordan estaba experimentando sesenta, setenta u ochenta
momentos conscientes por segundo y el defensa estaba sólo experimentando algo
así como cuarenta.
También vemos esto en
monjes meditando. Los textos budistas describen oscilaciones de presencia pura
que han sido realmente contabilizados, algo así como seis y medio millones de
momentos conscientes en un día, que resultan estar en el rango de la sincronía
gamma. Hace unos pocos años, el Dalai Lama envió algunos de sus mejores
meditadores a un laboratorio en Wisconsin. Encontraron que, mientras meditaban,
los monjes tenían la más alta sincronía gamma jamás registrada. Estaban
realmente operando entre ochenta y cien hertz, mientras los sujetos
experimentales lo hacían a cuarenta. Incluso antes de sentarse a meditar los
monjes mostraban un nivel inusualmente alto de sincronía gamma.
Esto quiere decir que años
de meditación habían cambiado sus cerebros de modo que estaban normalmente en
esta frecuencia gamma de alto rango. Eso sugiere que están teniendo una
experiencia consciente más rica y más intensa que la persona promedio.
¿Las investigaciones de los microtúbulos los podemos
relacionar con el campo espiritual?
Primero que todo hay que
decir que para Penrose no relaciona su
trabajo con la espiritualidad, sin embargo para Hameroff explica que no tiene
nada que perder.
Para Hameroff escribio en
su blog lo que el entendía su relación de su trabajo con la espiritualidad y
mencionaba tres cosas:
La primera es la
interconexión entre los seres vivos y el universo como un todo y dije que esto
podía ser posible debido al fenómeno del entrelazamiento cuántico, que se
refiere a la habilidad de dos partículas para estar íntimamente conectadas, más
allá de sus limitaciones normales de espacio y tiempo.
La segunda fue un cierto
tipo de guía divina o sabiduría cósmica que influye en nuestras elecciones, lo
cual podría deberse a los valores Platónicos incorporados en la geometría
espacio tiempo fundamental.
Y finalmente dije que
había la posibilidad de que la conciencia permaneciera fuera del cuerpo o
después de la muerte.
Hace unos diez años hubo
dos estudios, provenientes de Europa, acerca de las experiencias de estar fuera
del cuerpo o experiencias cercanas a la muerte. Ambos estudios comprendían
varios cientos de pacientes que tuvieron ataques cardíacos y me parece que
encontraron que aproximadamente el diecisiete por ciento de los pacientes
habían tenido uno de estos dos tipos de experiencia.
Para Hameroff dice que
bajo condiciones normales la conciencia está ocurriendo a nivel de la geometría
espacio-tiempo dentro y alrededor de los microtúbulos en el cerebro. Sin
embargo, cuando la sangre y el oxígeno dejan de fluir y la coherencia cuántica
en los microtúbulos del cerebro se detiene, la información cuántica que había,
no se destruye. Continúa existiendo a escala Planck y puede filtrarse o dispersarse, pero
permanece entrelazada en un cierto patrón, al menos temporalmente.
Por lo tanto si un
paciente es revivido, el patrón cuántico es regresado a los microtúbulos dentro
del cerebro y el paciente reporta haber tenido una experiencia de muerte o de
estar fuera de su cuerpo. Si un paciente muere realmente, entonces es
concebible que la información cuántica pueda permanecer entrelazada en una
suerte de estado de después de la vida y tal vez la información pueda
regresarse a una nueva criatura, y un cigoto o embrión, en cuyo caso tendríamos
algo como la reencarnación.
Hameroff continúa
diciendo, ahora, no estoy ofreciendo ninguna prueba de que esto suceda, estoy
solamente suministrando un argumento plausible. Estoy diciendo que si es que
ocurre, así es como podría ocurrir basado en nuestro modelo. Es científicamente
plausible que, si la conciencia es un efecto cuántico ocurriendo en la
geometría espacio-tiempo cualquier patrón de conciencia no se va, porque la
información cuántica no se va, sólo se reorganiza a sí misma dentro de la
geometría espacio-tiempo.
Y yo diría, para especular
un poco, que cuando alguien medita o se ilumina, se está moviendo más
profundamente dentro del dominio cuántico. Pienso que cuando uno medita y
alcanza la nada, o lo que la gente llama la nada en sus meditaciones, no es
exactamente la nada. Creo que es en realidad, geometría espacio-tiempo y uno
está accediendo a la fuente de sabiduría iluminada golpeando suavemente dentro
de ese campo primario.
Uno se mueve más
profundamente en la trama básica del universo y llega realmente a ser más
conscientemente una parte de él, por ello yo digo que somos una Conciencia
Inconsciente.
De hecho la Kabbalah dice
que tenemos este mundo de sabiduría y de luz y después tenemos el mundo de
irritación y conflictos, y que la conciencia danza en el borde entre estos dos
mundos.
Yo creo que eso es muy
cercano a lo que está sucediendo, que la conciencia está danzando en el borde,
o que es un proceso al borde, entre los mundos clásico y cuántico.
Por lo tanto las prácticas
espirituales como la meditación nos permiten sumergirnos y llegar a estar
inmersos en ese mundo Platónico cuántico de sabiduría y luz, que es la base de
todas las cosas, materiales y mentales. Usted podría incluso llamarlo Dios si
quisiera. Y eso es por qué creo que si la hipótesis de la conciencia cuántica es
demostrada, dará crédito a la dimensión espiritual de la vida. Socavará a los
materialistas. Pienso que le dará mucha esperanza a la gente.
La teoría, llamada “Reducción Objetiva Orquestada”
Sin embargo la ciencia
convencional basada enteramente en la física clásica no puede explicar la
conciencia normal en el cerebro.
La teoría, llamada
“Reducción Objetiva Orquestada” (“Orchestrated Objective Reduction“, fue
presentada por primera vez a mediados de la década de los 90 por el eminente
físico y matemático Dr. Roger Penrose, del Instituto de Matemáticas y Wadham
College, Universidad de Oxford, y el prominente anestesiólogo Stuart Hameroff,
especialista en anestesiología, psicología en el centro de estudios de la
conciencia, de la universidad de Arizona, Tucson.
Sugirieron que las
computaciones de vibración cuántica en los microtúbulos eran “orquestadas” por
las entradas sinápticas y la memoria almacenada en los microtúbulos, y terminan
en la “reducción objetiva” de Penrose.
Como ya dijimos los
microtúbulos son los componentes principales del esqueleto estructural de la
célula.
El Dr. Anirban
Bandyopadhyay, del Instituto Nacional de Ciencias de los Materiales en Tsukuba,
Japón (y ahora en el MIT), corrobora la teoría de la pareja, y sugiere que los
ritmos del EEG también se derivan de las vibraciones más profundas a nivel de
los microtúbulos.
Además, el trabajo del
laboratorio del Dr. Roderick G. Eckenhoff de la Universidad de Pennsylvania,
sugiere que la anestesia borra selectivamente la conciencia sin afectar las
actividades cerebrales no conscientes y actúa a través de microtúbulos en las
neuronas del cerebro.
Hameroff y Penrose
sugieren que la conciencia deriva de las vibraciones cuánticas en los
microtúbulos, polímeros de proteína dentro de las neuronas cerebrales, que
gobiernan tanto las funciones neuronal como la sináptica, y conectan los
procesos cerebrales con los procesos de auto-organización a la escala fina, la
estructura cuántica proto-consciente “de la realidad.”
Después de 20 años de
crítica escéptica, “la evidencia actual apoya claramente la teoría Orch OR“ de
Hameroff y Penrose.
Se introduce una nueva e
importante faceta de la teoría. Como ya dijimos anteriormente Las vibraciones
cuánticas de los microtúbulos (por ejemplo, en megahertz) parecen interferir y
producir “frecuencias de batido” del EEG mucho más lentas. A pesar de un siglo
de su uso clínico, los orígenes subyacentes de los ritmos EEG como también
dijimos han permanecido en un misterio.
¿Pero en que consiste esta
teoría de la “Reducción objetiva” pues es una forma alternativa de denominar el
“colapso de la función de onda” en situaciones de aislamiento de un fenómeno
cuántico (es decir sin la presencia de un observador), denominación introducida
y utilizada por Lajos Diósi y Roger Penrose es decir como el juego de los Sims
solo esta activada la pantalla que vemos y la pantalla que no vemos esta fuera
de actividad.
Se recuerda que la
Reducción Objetiva Orquestada (“Orch OR”) es una teoría elaborada por Penrose y
Hameroff en 1992 después de trabajar cada uno por su lado en estas cuestiones
desde primeros de los años 80, según la cual la consciencia depende de cálculos
cuánticos biológicamente orquestados (es decir, trabajando sincrónicamente) de
una serie de microtúbulos dentro de las neuronas del cerebro. Forma parte de la
teoría la idea de que dicha computación cuántica está correlacionada con la
actividad neuronal normal y que la evolución de cada cálculo cuántico termina
de acuerdo con la hipótesis Diósi-Penrose denominada Reducción Objetiva
Orquestada.
¿Cuál es el origen de la conciencia?
Roger Penrose y Stuart
Hameroff defienden con sus investigaciones que la ciencia ha demostrado la
conexión entre el cerebro y una estructura cuántica “proto-consciente” de la realidad.
¿Y esto que quiere decir?
¿Que la conciencia
evolucionó a partir de procesos complejos entre las neuronas del cerebro como
defienden la mayoría de los científicos o la conciencia es “previo” a los
procesos del cerebro como señalan las corrientes espirituales?
Según los científicos,
“nuestra teoría se acomoda a ambas perspectivas”, porque sugiere que “la
conciencia se deriva de las vibraciones cuánticas de los microtúbulos”, unas
vibraciones que “gobiernan la función neuronal y sináptica”, pero también
“conectan los procesos cerebrales a procesos de auto-organización a escala
fina, a la estructura cuántica ‘proto-consciente’ de la realidad”.
Como explica el
investigador Manuel Béjar, la conciencia, la mente y el psiquismo han sido
temas generalmente estudiados por los filósofos de la mente y relegados
tácitamente del estudio científico, por su afinidad con lo espiritual.
Pero Penrose ha destinado
las últimas décadas al estudio de un modelo físico de la conciencia, sentando
las bases de una biofísica cuántica de la mente que unificaría una realidad con
tres dimensiones: matemática, física y psíquica.
Explicación Cuántica de las ECM
Una "Experiencia
cercana a la muerte" (ECM) ocurre cuando las sustancias cuánticas con la
que está formada el alma dejan el sistema nervioso central y entran al
Universo, señala una nueva teoría científica.
De acuerdo a esta idea, la
conciencia es un "programa" de una computadora cuántica en el cerebro
que puede permanecer en el universo incluso después de la muerte, lo que
explicaría las percepciones que tienen las personas que han tenido experiencias
cercanas a la muerte.
Todos estas
investigaciones intentan descifrar la esencia del alma, la cual creen está
contenida dentro de estructuras microtubulares dentro de las células del
cerebro.
De acuerdo a los
científicos señalan que el alma es sólo la interacción de neuronas en el
cerebro. Las neuronas, por tanto, estarían construidas por "la tela"
que cubre al universo y podrían haber existido desde el inicio de los tiempos.
Este concepto de alma es
similar a las creencias del budismo e hinduismo, en donde se dice que la
conciencia es una parte integral del universo, y que podría ser por tanto lo
único que podría existir.
Basándose en estas
creencias, Hameroff cree que en las experiencias cercanas a la muerte, los
microtúbulos pierden su estado cuántico, pero que la información en su interior
no es destruida, sino que deja al cuerpo y retorna al cosmos.
Como ya dijimos anteriormente
"Si el paciente es resucitado, esta información cuántica puede volver a
los microtúbulos y el paciente dice “tuve una experiencia cercana a la muerte”.
Si no es revivido y muere, es posible que la información cuántica pueda existir
fuera del cuerpo, quizás de manera indefinida, como alma" señala Hameroff.
Conclusiones
Tanto Penrose como
Hameroff postulan que la mente y el cerebro son dos entidades separables.
Hameroff, médico anestesista, lo hace a través de sus estudios sobre los
microtúbulos y el citoesqueleto celular, especialmente en las neuronas,
mientras que Penrose lo hace desde el teorema de la incompletitud.
El teorema de la
incompletitud de Godel dice que por la falta de evidencias de cualquier clase,
entonces tenemos que recurrir a los "razonamientos" de los creyentes.
El modelo que defiende
Penrose, junto con Hameroff, trata de explicar sucesos difíciles de entender a
través de las neurociencias convencionales, y para ello se apoya en aspectos
revisados de la teoría cuántica (por ejemplo, el concepto de coherencia), así
como la existencia de un fenómeno físico, inédito hasta ahora, que parece darse
en el interior de las neuronas cuando la función de onda cuántica se colapsa
por sí misma en una reducción objetiva orquestada.
Sus consideraciones a
favor de los microtúbulos celulares mencionados se apoyan en varias
sugerencias:
1. Estas entidades existen
en todo tipo de células, con lo que habría una explicación para los
comportamientos complejos de seres simples sin sistema nervioso neuronal, como
el paramecio.
2. Debido a que cada
neurona contiene una cantidad enorme de microtúbulos, el poder de computación
del cerebro se incrementaría en un factor de 10 a la potencia de 13.
3. Según Roger Penrose
dentro del microtúbulo podría existir un estado especialmente ordenado del
agua, que el le llama agua "vicinal", que podría ayudar a mantener el
estado de coherencia cuántica.
4. La acción de los
anestésicos generales podría interferir en la actividad microtubular, hipótesis
apoyada por el hecho de que estos anestésicos también actúan sobre seres
simples. Ejemplo: amebas o paramecios.
Penrose sugiere que
ninguna máquina de computación podrá ser inteligente como un ser humano, ya que
los sistemas formales algorítmicos (o sea, los sistemas de instrucciones
secuenciadas sobre los cuales están construidas las computadoras) nunca les
otorgarán la capacidad de comprender y encontrar verdades que los seres humanos
poseen.
La teoría Orch-OR ha
tenido muchas críticas, tanto de la comunidad de pensadores empíricos como de
la comunidad de científicos, sin embargo Hameroff cree que la investigación de
la física cuántica ha comenzado a validar su teoría al demostrar que los
procesos cuánticos existen en distintos procesos biológicos, tales como la navegación
de los pájaros y la fotosíntesis.
El origen de la conciencia
refleja nuestro lugar en el universo y la naturaleza de nuestra existencia.
Estos estudios recientes
han señalado que los delicados procesos cuánticos sí se dan en la biología y
demuestran que existe una actividad cuántica en los microtúbulos.
Por ello los cientificos
proponen esta teoría para explicar científicamente el alma humana.
De acuerdo a sus
investigaciones, las sustancias cuánticas conforman el alma, y cuando una
persona sufre una experiencia cercana a la muerte, el alma deja al sistema
nervioso y entra al universo cuántico.
Como conclusión final
diremos que “el Cerebro no es la Mente sino el Receptor de la Misma” y en la
investigación y el estudio científico de los microtúbulos demuestra que estos
no son más que una mirada que coloca a “la conciencia bailando entre los mundos
clásico y cuántico.”
Indagar en estos temas
abre puertas mucho mayores de lo imaginable, donde empezaríamos a contestarnos
a las preguntas ¿De donde venimos? ¿Quiénes somos? y ¿A dónde vamos?
Un fuerte abrazo
Happy
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