Como
medico siempre me he preguntado ¿Por qué con la anestesia y el sueño podemos
apagar y reiniciar nuestra conciencia?
Estando
yo en Miami (USA) y con la ayuda de mi hermano Javier Ruiz, Board in
Anesthesiology and Pain Medicine por la universidad de Miami, me ayudo a
comprender como la anestesia se relaciona y se activa con la mente consciente.
Después leí
un texto genial en lainformacion.com y que aquí hago un
resumen de todo ello.
Según
investigaciones sobre la anestesia parece ser que las neuronas oscilan
rítmicamente durante el sueño profundo, la anestesia y el coma.
Por
ello mi interés era comprender qué circuitos activan y desactivan el
"yo".
Todos
sabemos que miles de personas se someten cada día en el mundo a los efectos de
la anestesia. A través de distintas sustancias, los médicos consiguen apagar la
conciencia de sus pacientes durante el tiempo suficiente para someterles a una
cirugía.
Lo
sorprendente del caso es que cuando despiertan del efecto de los narcóticos, lo
hacen de la misma forma en que uno regresa del sueño, la conciencia del sujeto
vuelve a activarse como si nada hubiera pasado. ¿Pero qué ha ocurrido exactamente
en ese intervalo?
Algunos
de los efectos a nivel molecular de las sustancias anestésicas se conocen, pero
la forma en que funciona la anestesia globalmente sigue siendo una incógnita.
En
el departamento de Ciencias Cognitivas y del Cerebro del Instituto Tecnológico
de Massachusetts (MIT), Emery Brown y su equipo acaban de monitorizar por
primera vez la actividad cerebral de varios pacientes mientras se les
suministraba uno de los anestésicos más comunes, el conocido propofol.
Mi
hermano el Dr. Javier Ruiz me explica que el Propofol es un agente anestésico
intravenoso de corta duración y que también se utiliza para sedación en el
contexto de Unidades de Cuidados Intensivos (por ejemplo, pacientes bajo
ventilación mecánica e intubación traqueal), o procedimientos diagnósticos (por
ejemplo, endoscopia y radiología intervencionista). También se puede utilizar
como antiemético a dosis muy bajas.
"Nuestro
estudio" con el Propofol, explica Brown a lainformacion.com, se
"describe por primera vez cómo se comportan las neuronas del cerebro
humano en el momento en que los pacientes pierden la conciencia bajo anestesia
general".
El
trabajo, aseguran, tiene aplicaciones clínicas y puede servir para comprender
mejor cómo se construye eso que llamamos conciencia.
Para
realizar este estudio, los investigadores del MIT monitorizaron a pacientes con
epilepsia que portan una serie de electrodos en el cerebro durante el periodo
preoperatorio. Estos electrodos, entre 50 y 100, permiten registrar con enorme
precisión la actividad de grandes grupos de neuronas y también de neuronas
individuales mientras a los pacientes se les suministraba propofol.
Los
gráficos mostraron que los sujetos perdieron la conciencia en una media de 40
segundos y que se produjo un cambio abrupto en el patrón de actividad cerebral.
En
concreto, las mediciones del electroencefalograma (EEG) pasaron a mostrar ondas
de baja frecuencia de alrededor de un ciclo por segundo, mientras que las
neuronas individuales se activaban y desactivaban rítmicamente durante unos
milisegundos creando esta oscilación que se observa en el EEG.
"Las
neuronas quedan bloqueadas en este ciclo", explica Brown, "y solo
pueden activarse en un rango limitado, lo que hace imposible la comunicación
entre regiones del cerebro".
"De
alguna manera", añade Xurxo Mariño desde el Grupo de Neurociencia de la
Universidad de La Coruña, que colabora con el MIT, "cuando una persona
pierde la conciencia - se queda dormida o se le somete a anestesia - sus
neuronas se ponen todas a hacer la ola, a bailar conjuntamente con una
oscilación rítmica de una frecuencia baja. Pero ese ritmo repetitivo no genera
información, puesto que para que haya información tiene que haber cambios en el
mensaje". "Es decir, si todas hacen la ola, no hay mente".
"Para
estar consciente", asegura Brown, "el cerebro necesita ser capaz de
hacer muchas cosas. Una de ellas es transmitir información entre diversas
áreas. Si esta transmisión está bloqueada, porque los circuitos están cerrados
u oscilando, entonces no se puede mantener la conciencia".
Las
implicaciones clínicas también son significativas, según Brown, puesto que
observando estas oscilaciones en el EEG durante una operación se puede evitar
tanto que una persona despierte durante la anestesia como que se produzca una
sobredosis.
¿Con
respecto a la anestesia, coma y sueño que relación tienen con la conciencia?
Aunque
los tres estados de pérdida de conciencia más conocidos presentan similitudes,
se trata en realidad de estados bien distintos. "Los pacientes a menudo me
preguntan si la anestesia general es simplemente un estado de sueño
profundo", comenta Brown. "Y la respuesta es que no".
La
anestesia se parece más a un estado de coma inducido por las drogas, en tanto
que el paciente está inconsciente, inmóvil e insensible al dolor, mientras que
a alguien, por muy dormido que esté, no se le podría someter al dolor de una
operación sin que despertara. La diferencia con el coma es que la duración del
estado depende de los daños y no de la sustancia que se proporciona al cerebro.
Lo
que sí tiene en común la anestesia con el sueño es su condición de ser
reversible, pero mientras en la primera el retorno de la conciencia depende de
la dosis, los procesos por los que se vuelve del sueño no se comprenden del
todo, según Brown.
El
equipo de Xurxo Mariño investiga precisamente este fenómeno. "Brown
estudia qué sucede cuando pasas de estar despierto al sueño", explica,
"y nosotros estudiamos los mecanismos mediante los cuales partiendo de
estado de baja frecuencia se pasa al despertar".
Lo
que han visto los científicos es que en el momento de despertar, el cerebro
experimenta una "ducha" de neurotransmisores que reactivan las
neuronas y las sacan de ese ritmo cíclico y sin información. "Antes de
darte la ducha de agua", explica Mariño, "tu cerebro recibe una ducha
de acetilcolina, glutamato y óxido nítrico, entre otras sustancias. En ese
momento se produce la transición entre la nada y la conciencia. Cuando las
neuronas reciben este baño, se activan y se ponen a trabajar cada una con su
computación concreta".
En
el Grupo de Neurociencia de la Universidad de La Coruña son pioneros en el
estudio del papel de una de estas sustancias, el óxido nítrico. Al tratarse de
un gas presenta la ventaja de activar millones de neuronas de su entorno en
apenas unos milisegundos. "Es un subidón que activa la red en un instante
y la sustancia se elimina rapidísimamente", dice. "Lo que nosotros
hemos hecho por primera vez es medir con mucha precisión el óxido nítrico que
se libera en esa transición". Aunque se está investigando cómo podrían
usarse este tipo de sustancias para intentar sacar a algunas personas del
estado vegetativo o de mínima conciencia, todavía no se han obtenido
resultados.
¿Cuál es el mecanismo del
interruptor en Conciencia on/off?
El
profesor de Anestesiología de la escuela universitaria de medicina de
Washington, Michael Avidan, cree que los resultados de Brown "son
emocionantes porque presentan pruebas neurobiológicas de una de las teorías
sobre cómo el cerebro da lugar a la conciencia". Esta teoría, conocida
como la de integración de la información, sugiere que la conciencia es el
resultado de la suma de las actividades de las distintas regiones. Si falla
esta integración, como muestran las pruebas, la conciencia desaparece.
"El
estudio detallado de cómo los anestésicos u otros mecanismos (como el sueño o
el daño cerebral) proporciona información clave para entender cómo se construye
y se mantiene la conciencia", asegura Brown. "Estamos viendo la
diferencia entre un encéfalo que tiene mente consciente y otro que no",
indica Mariño, "tiene que haber alguna pista".
Lo
que dibujan los estudios realizados hasta ahora es una relación entre la
ausencia de conciencia y la sincronización de la actividad general del cerebro.
El pensamiento, por el contrario, ofrece una señal irregular, parecida al
ruido. Por otro lado, lo importante es la manera en que esos núcleos de
neuronas se conectan con el resto, pues aunque las neuronas emitan su señal, si
no pasa a otro lugar no hay comunicación. "Es como una manifestación en la
que todo el mundo lleva su teléfono móvil y le funciona", asegura Mariño,
"pero si no funciona la operadora no hay manera de llamar".
Comprobando
lo que pasa con la conciencia cuando se enciende y se apaga, concluye Brown,
podemos conocer mejor cómo funciona el sistema. Siguiendo con la analogía de
móviles, "al quitar la batería sabemos que deja de funcionar, pero no
sabemos cómo es el sistema. Para eso necesitamos saber cómo trabajan todos los
componentes a la vez y hacen que funcione el teléfono".
¿Por
qué yo estudio este tema? Porque entre los dos autores del libro Tu Alma ¿La
conoces? (de próxima aparición) Pablo y Pedro Ruiz debatimos mucho este tema y nos hizo reflexionar mucho.
Debemos
aclarar que en este concreto apartado se toman como sinónimos los términos de
Conciencia y Alma para no entrar en profundidad y así poder aclarar y
simplificar lo que queríamos decir.
Pero
efectivamente el SER como ya hemos dicho en varias partes de este blog está
formado por el Alma, espíritu y cuerpo, donde el Alma consciente es el
verdadero YO que transciende las propiedades físicas que hoy conocemos
como naturales en el humano.
De ahí después de estudiar este tema lo que nos llama la atención es
observar que por el efecto de la anestesia no tengamos conciencia de nuestra
alma.
Un
fuerte abrazo para todos Happy
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