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jueves, 7 de mayo de 2015

CONCEPTO DEL “NO-HACER” O “ROMPER RUTINAS”.

Wu Wei del Taoismo



El termino de no-hacer y romper rutinas es a menudo muy mal interpretado y es crucial para aquellos que están en el camino del despertar conciencial, por ello nos vamos acercar a los conceptos primordiales para su comprensión usando el lenguaje mejor adaptado dentro de la multitud de trabajos espirituales, metafísicos y científicos que hablan de ello.

En occidente el magnetismo de la voluntad, la sugestión y la hipnosis fue la manera en que se descubrió el manejo de la conciencia del “Ser”.

Disciplinas, que al igual que el psicoanálisis, se encontraron siempre en el medio o al lado y eran inclasificables. Así los fenómenos de la psique que no se pueden explorar con el método científico pero que tampoco pueden ser ignorados por él.

Freud iniciaría su terapéutica con la hipnosis la cual posteriormente dejaría de lado para fundar el psicoanálisis. Es parte de la historia del descubrimiento de lo inconsciente, sin embargo, en la medida en que se revela el tinte erotológico de la transferencia, sus maneras oníricas y pulsionales así como el deseo del analista, podremos entender que se trata y en que consiste un “no-hacer”.

Hay que tener en cuenta que el termino de Pulsión es un término que se utiliza en el psicoanálisis para designar aquel tipo de impulso psíquico característico de los sujetos de la especie humana que tiene su fuente en una excitación interna es decir en un estado de tensión percibida como corporal y que se dirige a un único fin preciso como el suprimir o calmar ese estado de tensión. Para lograr este fin, la pulsión se sirve de un objeto, el que sin embargo no es uno preciso, ni está predeterminado.

En las filosofías orientales muchas de ellas también hablan del no-hacer, por ejemplo en el Taoísmo tiene la palabra china llamada  “Wu Wei” que significa "No Acción" y describe una  forma más adecuada de actuar que es “no forzar”.

Pero también en el taoísmo hace mucho énfasis en que no es lo mismo no actuar que no hacer nada.

Por ello el “Wu Wei” significa no-hacer pero "sin esfuerzo". Para ello ponen un ejemplo que es el "crecimiento" de las plantas, donde las plantas crecen por Wu Wei, es decir no hacen esfuerzos para crecer, simplemente lo hacen. El Wu Wei sería, pues, una forma natural de hacer las cosas, sin forzarlas con artificios que desvirtúen su armonía y principio.

Por lo tanto la flor en el Tao, durante la floración esta en Wu Wei y por tanto no hace nada, simplemente es una flor que crece y florece.

Si la flor tuviera una mente similar a la humana comenzaría a preocuparse y preguntarse ¿De que color serán mis nuevas hojas? ¿Podría yo acelerar mi proceso con un poco mas de fertilizante? ¿Dónde venden el fertilizante? ¿Cuánto cuesta? ¿Qué dosis debería emplear? ¿Seré mayor que la flor de al lado? ¿Este árbol de ahí no me gusta, como podría hacerlo desaparecer? Etc, etc, etc.

 Y con ello empezaría a intentar estirarse para engrandecer sus pétalos, y quizás aprendería Tai chi para favorecer su proceso de crecimiento.

Con ello se demuestra que el ser humano crea muchas más entidades mentales hacia una flor que ella no necesita y que en muchas ocasiones es nuestra mente es la que crea en una dirección diferente a la del fluir del tao en ese momento.

Pero el término de “no-hacer”, no radica estar en un estado contemplativo en observar día tras día como cae una hoja de un árbol o acostarse simplemente en una cama, a pesar de que esto puede ser parte de lo que le constituye el concepto de No-hacer”.

En realidad el “No-hacer” radica en pasar del mirar al ver. En términos más rigurosos de la tradición tolteca el no-hacer es lo que permitiría pasar de percibir con la atención del tonal a percibir con la atención del nagual a voluntad. Así un chamán cuenta con dos maneras de percibir el mundo, ninguna es mejor que otra, pero si diferentes. Esto es lo que le permite su no-hacer.

Para explicar científicamente el mecanismo de los no-haceres vamos a decir que es curioso que en el concepto de la hipnosis de Freud se entremezcla con el concepto de “no-hacer” en lo que se refiere la atención del nagual donde se utilizan técnicas muy parecidas al Ninjutsu y Genjutsu donde se utilizan una maniobras ilusorias cuyo objetivo es confundir la mente mediante técnicas con las que el sujeto crea ilusiones.

Por ejemplo en el Genjutsu, estas técnicas pueden ser creadas mediante sellos ninjas o por otros medios con técnicas oculares como el Dojutsu o técnicas de línea sucesoria como el Kekkei Genkai, el primer método requiere prestarle atención a los detalles de tú alrededor y esto un factor clave.

Éstas técnicas mal aprendidas pueden llevar a la confusión, tener alucinaciones y experimentar sensaciones que tan sólo se encuentran en tu mente como si estuviesen pasando de verdad y manipular así tus sentidos para percibir cosas que realmente no suceden.

Las técnicas ilusorias son muy difíciles de dominar y mantener, por tanto, tan sólo unos pocos son capaces de hacerlo correctamente. Para realizarlo, es necesario un perfecto control y el sujeto que puede estar meditando o no, pero tiene que estar concentrado con su mente al objetivo, manipulando y controlando así sus sentidos.

El genjutsu ilustra muy bien lo que sucede cuando se practica el no-hacer y recuerda lo que hacia Freud en el psicoanálisis con la hipnosis, donde se requiere la atención del nagual para llevarse a cabo el resultado con éxito del no-hacer.

Por ello voy a intentar explicar este importante concepto que si lo comprendemos y hacemos nos puede ayudar mucho en el transcurso y rutina de nuestro día a día.

Un “no-hacer” es una actividad que rompe por completo las rutinas de la vida. Es algo que parece distinto a todo pero por ser distinto “libera” a la mente de realizar las mismas rutinas y nos hace sentirnos renovados y totalmente libres.

Cada cosa en el mundo es un “hacer”. Es decir un acuerdo de nosotros y nuestros semejantes para que el mundo este como esta, sujeto y fijado a ciertos parámetros y paradigmas perceptivos. Cuando se rompe esta fijación se le llama no hacer.

El no-hacer, tiene como objetivo aprender a ahorrar energía. Invertimos prácticamente la totalidad de nuestra energía en el sostenimiento de la idea que tenemos de nosotros mismos, nuestra imagen personal, y el dialogo interno, así la mente parlotea constantemente, y nuestra vida ordinaria y sus rutinas ayudan a sostener este ruido interno, al mismo tiempo y como dice la tradición Tolteca, que mantienen el  punto de encaje posterior fijo en la misma posición, impidiendo su movimiento y reduciendo el ensueño.

Precisamente la liberación del punto de encaje posterior nos llevara  a poder codificar otros planos multidimensionales y lograr el ensueño. Por ello el “No hacer”, permite romper nuestras rutinas y así nos focalizamos en el  momento presente, donde  el dialogo interno cesa.

Ese cambio de actitud en la vida y el mundo, ese poner nuestra atención y nuestra consciencia para dejar de pensar, sentir y actuar como siempre lo hacemos, produce un ahorro de nuestra energía, es como apagar el “piloto automático” con el que manejamos nuestra vida y poner toda nuestra atención en cada acto.

Los no-haceres permiten que el cuerpo junte poder y se acumule energía que después servirá para poder acceder a otros planos multi-dimensionales, mantenerse lúcido, despertar y poder desplazarse dentro de él.  

Algunos ejemplos de los “no haceres” es escribir con la mano que no se usa, caminar hacia atrás, usar la mano que no solemos usar para comer, cepillarnos los dientes con la otra mano, es decir enfocarnos en detalles que habitualmente no lo hacemos, por ello cualquier cosa fuera de nuestra rutina puede ser un no hacer.

Otros ejemplos pueden ser dormir del lado contrario de la cama, peinarse de manera diferente, usar ropa diferente, cambiar de ruta para ir al trabajo, dormir a diferentes horas a las habituales, leer un libro al revés, realizar largas caminatas en silencio, ver la televisión sin sonido, etc….

Todo ello lo que se busca con los no haceres, es despistar a la mente y sobretodo liberar el núcleo posterior.

En conclusión diré que para un nagual del linaje de los Guerreros del Águila, que comparte las profundas enseñanzas de los toltecas, junto con otras ideas de muchas corrientes filosóficas, inculcan los “No haceres”.

Pudiendo decir así para finalizar que los seres humanos nacemos libres pero a medida que aprendemos, nos hacemos esclavos de nuestras propias rutinas y paradigmas, en donde con los “no haceres” nos libraremos poco a poco de ese lastre mal aprendido, pudiendo alcanzar así otros estados multidimensionales.

Un fuerte abrazo para todos

Happy

lunes, 4 de mayo de 2015

¿Cómo se crean los Paradigmas?

Paradigmas
 
La realidad que observamos, es una interpretación de nuestro cerebro. Dicha interpretación depende de nuestro Sistema de Creencias o paradigmas.
Cuando cambiamos o actualizamos este sistema, la realidad que observamos es distinta. Este proceso es similar a  quitarse las gafas y observar directamente.
Por lo tanto podemos decir que los paradigmas son modelos o patrones de comportamiento que nos permiten interactuar con el mundo.
Dichos modelos o patrones están conformados por todas las ideas, creencias, emociones y actitudes que hemos incorporado como nuestras a lo largo de la vida, sobre un determinado aspecto de la realidad.
Estos modelos o patrones  establecen límites en nuestras vidas, trabajos, profesiones, empresas etc., dentro de los cuales  resolvemos los problemas  que se nos presentan a diario.
Cuando un paradigma se encuentra instalado y activo en nuestro cerebro, procesamos los mismos pensamientos repetidamente todos los días por lo que la mente que se crea a partir de dichos pensamientos se torna automática, inconsciente, rutinaria y familiar; en consecuencia, nuestras respuestas ante los problemas, se tornan también automáticas e inconscientes.
Lo anterior no tendría mayor relevancia si no fuera porque la realidad, a diferencia de nuestros paradigmas, no es estática y se encuentra en un cambio constante.
Cambiar o romper paradigmas, significa modificar la manera de hacer las cosas y aquellos que se atreven a hacerlo, son los que se adaptan mejor a los cambios y en consecuencia, tienen mayores posibilidades de éxito.
Los Paradigmas son creencias que hemos aceptado como verdaderas, las cuales moldean nuestras respuestas y comportamientos. Dicho concepto se deriva de la definición de Thomas Kuhn, quien al aplicarlo a la investigación científica, mencionó que los Paradigmas “son logros científicos universalmente aceptados, que durante algún tiempo suministran modelos de problemas y soluciones, a una comunidad”.
Ejemplo de Paradigma:
Cuando los barcos de Colón se acercaban a las islas del Caribe, los indios, los indígenas americanos no los veían. Los barcos eran tan distintos de todo lo que habían visto, que no eran capaces de verlos.
Esto se debió a que en su cerebro no había ningún conocimiento ni ninguna experiencia de la existencia de las carabelas.
Por tanto el chamán comienza a notar ondulaciones en el mar pero no ve ningún barco. Y empieza a preguntarse qué es lo que las provoca. Y al cabo de un tiempo, es capaz de ver los barcos. Y una vez los ha visto, cuenta a todo el mundo que en el mar hay barcos y como todo el mundo confía en el y le cree, todos empiezan a verlos también.
Un fuerte abrazo para todos.
Happy.

viernes, 17 de abril de 2015

GRAN ERROR: ¡DECIR “NO” A LAS FANTASIAS DE LOS NIÑOS!




Seguro que muchos padres se han preguntado alguna vez si es normal que el niño hable solo, imagine personajes, cree historias fantasiosas, situaciones increíbles, y se relacione y juegue con ellos.

Y yo pregunto ¿Cuál es la realidad? ¿La del niño que explica y ve su ¡mundo fantástico o la que ven nuestros ojos?.

Hoy en el campo de la investigación en neurología se ha comprobado algo aparentemente descabellado, cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro, pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica!

Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando "ve" que cuando "siente", y es entonces cuando uno se pregunta: ¿entonces cuál es la realidad, la que vemos o la que sentimos?

Con ello la ciencia nos está diciendo es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que se imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas.

Así “para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente", afirma el bioquímico y doctor en medicina quiropráctica, Joe Dispenza en su genial libro "¿y tú qué sabes?".

En otras palabras, que fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones.

Debo decir que nosotros estamos muy limitados por nuestra realidad externa es decir la que viene determinada por nuestros cinco sentidos pero ya sabemos que fuera de nuestros sentidos hay otra realidad interna o escondida que también existe y es muy real.

Por ejemplo tenemos la luz ultravioleta, los ultrasonidos, los infrarrojos, y un largo etc. Que nosotros no los podemos ni ver ni percibir pero eso no quiere decir que no existan.

Es aquí donde para mí el niño toma la  fantasía como sus componentes de la realidad interna para expresarlo en su realidad  externa y la transforma creando una realidad dual, distinta e inimaginable para los adultos.

Los niños son grandes creadores; su imaginación fluye de manera espontánea y natural, por ello en la infancia la imaginación y la fantasía son completamente normales desde las aventuras de Harry Potter hasta las historias mitológicas de hace siglos, el niño interpreta un mundo que es incomprensible para los adultos.

Los adultos y los padres sin quererlo e inconscientemente obstaculizamos el proceso creador e innato que tenemos todos los seres humanos, en donde los niños tienen una imaginación que es una facultad humana, normal y extraordinaria que se tiene en la infancia pero que a medida que crece el niño y sobre todo por la influencia de los adultos que estamos demasiado aferrados a nuestra realidad, con todo ello les estamos creando a los niños unos paradigmas que los adultos les hacemos ver y creer diciendo que esas cosas que ven y sienten son puras fantasías y que no existen.

Por ello tendríamos que comprender mejor la fantasía de los niños donde seria la manera más apropiada de promover la compresión del Yo real, y por tanto dar sentido a nuestra verdad conciencial, además estoy convencido que la ignorancia a esta fantasía infantil crea y genera como he dicho los paradigmas en el adulto.

Si los científicos como Joe Dispenza nos dicen  “que nuestros pensamientos o emociones crean nuestra realidad”, yo me pregunto ¿Cuál es la verdadera realidad la nuestra o la que crean los niños con sus fantasías?  

En conclusión y en mi opinión personal “Intuyo que quizás la fantasía que explican los niños sea más real que nuestra propia realidad”.

Un fuerte abrazo para todos.
Happy

jueves, 2 de abril de 2015

¿QUÉ SON LOS PARADIGMAS?


¿Por qué hemos perdido los seres humanos a lo largo de los años y de los siglos nuestra verdadera esencia espiritual?
 
Ya Emilio Carrillo muy acertadamente hace una distinción entre FORMACIÓN Y  EDUCACIÓN que tienen los jóvenes en esta sociedad actual  y yo digo este es el gran error y  ¡ESTA ES LA CUESTIÓN!

Sin darnos cuenta esa formación que tenemos desde niños en el colegio nos aleja realmente de la verdadera esencia que es el ser humano, y generación tras generación esas enseñanzas aprendidas crean unos paradigmas que se nos aleja de la espiritualidad que tenemos los seres humanos.

Ya como digo desde pequeños la sociedad consciente o inconscientemente nos borran lo que somos y nos crean unos paradigmas nuevos.

Para entender mejor esto muy inteligentemente Emilio Carrillo distingue lo que es Educación de lo que es formación.

“Educación” viene etimológicamente de educare que significa extraer del otro lo mejor que tiene, es decir potenciar sus habilidades y sus dones, y a eso se debería dedicar los sistemas educativos de todo el mundo y sin embargo no es así, y con un  borrón y cuenta nueva, nos borran lo que verdaderamente somos.

Y “Formación” que viene del latín formare significa formatear es decir como si las personas fueran un CD y darles unos mensajes predeterminados  y con ello pierden los dones y talentos que tienen innatos los niños sin embargo nuestra sociedad los borra con sus enseñanzas y los formatea como si fueran un CD y se le dan unos formación ya predeterminada de que aquello que van a aprender es lo bueno.

Toda esta formación crea unos paradigmas como digo predeterminados y esto nos aleja cada vez más de nuestra verdadera esencia espiritual y conciencial.

Esta formación errónea de nuestra sociedad repartida por todo el planeta crea estos “paradigmas” que han de obedecer y de hecho, obedece, a los principios y leyes físicas fundamentales del universo. Su aparente "exotismo" o falsa "impredecibilidad" tan sólo es expresión de nuestra ignorancia comprensiva o limitaciones metodológicas a la hora de estudiarlo.

No existe en verdad nada "sobrenatural", sino inmensas lagunas o mejor dicho océanos en nuestro modesto y pequeñísimo  conocimiento de una Realidad compleja y multidimensional.

Con ello al aceptar estos paradigmas perdemos nuestra esencia y no confiamos en lo que verdaderamente somos, porque en realidad “todo lo que se llama aprender y estudiar no es otra cosa que recordar”.

Un fuerte abrazo para todos.

Happy