El termino de no-hacer y romper rutinas es a menudo muy mal interpretado
y es crucial para aquellos que están en el camino del despertar conciencial,
por ello nos vamos acercar a los conceptos primordiales para su comprensión
usando el lenguaje mejor adaptado dentro de la multitud de trabajos
espirituales, metafísicos y científicos que hablan de ello.
En occidente el magnetismo de la voluntad, la sugestión y la hipnosis
fue la manera en que se descubrió el manejo de la conciencia del “Ser”.
Disciplinas, que al igual que el psicoanálisis, se encontraron siempre
en el medio o al lado y eran inclasificables. Así los fenómenos de la psique
que no se pueden explorar con el método científico pero que tampoco pueden ser
ignorados por él.
Freud iniciaría su terapéutica con la hipnosis la cual posteriormente
dejaría de lado para fundar el psicoanálisis. Es parte de la historia del
descubrimiento de lo inconsciente, sin embargo, en la medida en que se revela
el tinte erotológico de la transferencia, sus maneras oníricas y pulsionales
así como el deseo del analista, podremos entender que se trata y en que
consiste un “no-hacer”.
Hay que tener en cuenta que el termino de Pulsión es un término que se utiliza en el psicoanálisis para
designar aquel tipo de impulso psíquico característico de los sujetos de la
especie humana que tiene su fuente en una excitación interna es decir en un
estado de tensión percibida como corporal y que se dirige a un único fin
preciso como el suprimir o calmar ese estado de tensión. Para lograr este fin,
la pulsión se sirve de un objeto, el que sin embargo no es uno preciso, ni está
predeterminado.
En las filosofías orientales muchas de ellas también hablan del
no-hacer, por ejemplo en el Taoísmo tiene la palabra china llamada “Wu Wei” que significa "No Acción"
y describe una forma más adecuada de
actuar que es “no forzar”.
Pero también en el taoísmo hace mucho énfasis en que no es lo mismo no
actuar que no hacer nada.
Por ello el “Wu Wei” significa no-hacer pero "sin esfuerzo".
Para ello ponen un ejemplo que es el "crecimiento" de las plantas,
donde las plantas crecen por Wu Wei, es decir no hacen esfuerzos para crecer,
simplemente lo hacen. El Wu Wei sería, pues, una forma natural de hacer las
cosas, sin forzarlas con artificios que desvirtúen su armonía y principio.
Por lo tanto la flor en el Tao, durante la floración esta en Wu Wei y
por tanto no hace nada, simplemente es una flor que crece y florece.
Si la flor tuviera una mente similar a la humana comenzaría a
preocuparse y preguntarse ¿De que color serán mis nuevas hojas? ¿Podría yo acelerar
mi proceso con un poco mas de fertilizante? ¿Dónde venden el fertilizante? ¿Cuánto
cuesta? ¿Qué dosis debería emplear? ¿Seré mayor que la flor de al lado? ¿Este
árbol de ahí no me gusta, como podría hacerlo desaparecer? Etc, etc, etc.
Y con ello empezaría a intentar
estirarse para engrandecer sus pétalos, y quizás aprendería Tai chi para
favorecer su proceso de crecimiento.
Con ello se demuestra que el ser
humano crea muchas más entidades mentales hacia una flor que ella no necesita y
que en muchas ocasiones es nuestra mente es la que crea en una dirección
diferente a la del fluir del tao en ese momento.
Pero el término de “no-hacer”, no radica estar en un estado
contemplativo en observar día tras día como cae una hoja de un árbol o
acostarse simplemente en una cama, a pesar de que esto puede ser parte de lo
que le constituye el concepto de No-hacer”.
En
realidad el “No-hacer” radica en pasar del mirar al ver. En
términos más rigurosos de la tradición tolteca el no-hacer es lo que permitiría
pasar de percibir con la atención del tonal a percibir con la atención del
nagual a voluntad. Así un chamán cuenta con dos maneras de percibir el mundo,
ninguna es mejor que otra, pero si diferentes. Esto es lo que le permite su
no-hacer.
Para explicar científicamente el mecanismo de los no-haceres vamos a
decir que es curioso que en el concepto de la hipnosis de Freud se entremezcla
con el concepto de “no-hacer” en lo que se refiere la atención del nagual donde
se utilizan técnicas muy parecidas al Ninjutsu y Genjutsu donde se utilizan una
maniobras ilusorias cuyo
objetivo es confundir la mente mediante técnicas con las que el sujeto crea
ilusiones.
Por ejemplo en el Genjutsu, estas técnicas pueden ser creadas mediante
sellos ninjas o por otros medios con técnicas oculares como el Dojutsu o
técnicas de línea sucesoria como el Kekkei Genkai, el primer método requiere
prestarle atención a los detalles de tú alrededor y esto un factor clave.
Éstas técnicas mal aprendidas pueden llevar a la confusión, tener
alucinaciones y experimentar sensaciones que tan sólo se encuentran en tu mente
como si estuviesen pasando de verdad y manipular así tus sentidos para percibir
cosas que realmente no suceden.
Las técnicas ilusorias son muy difíciles de dominar y mantener, por
tanto, tan sólo unos pocos son capaces de hacerlo correctamente. Para
realizarlo, es necesario un perfecto control y el sujeto que puede estar meditando
o no, pero tiene que estar concentrado con su mente al objetivo, manipulando y
controlando así sus sentidos.
El genjutsu ilustra muy bien lo que sucede cuando se practica el
no-hacer y recuerda lo que hacia Freud en el psicoanálisis con la hipnosis, donde
se requiere la atención del nagual para llevarse a cabo el resultado con éxito
del no-hacer.
Por ello voy a intentar explicar este importante concepto que si lo
comprendemos y hacemos nos puede ayudar mucho en el transcurso y rutina de
nuestro día a día.
Un “no-hacer” es una actividad que rompe por completo las rutinas de la
vida. Es algo que parece distinto a todo pero por ser distinto “libera” a la
mente de realizar las mismas rutinas y nos hace sentirnos renovados y
totalmente libres.
Cada cosa en el mundo es un “hacer”. Es decir un acuerdo de nosotros y
nuestros semejantes para que el mundo este como esta, sujeto y fijado a ciertos
parámetros y paradigmas perceptivos. Cuando se rompe esta fijación se le llama
no hacer.
El no-hacer, tiene como objetivo aprender a ahorrar energía. Invertimos
prácticamente la totalidad de nuestra energía en el sostenimiento de la idea
que tenemos de nosotros mismos, nuestra imagen personal, y el dialogo interno,
así la mente parlotea constantemente, y nuestra vida ordinaria y sus rutinas
ayudan a sostener este ruido interno, al mismo tiempo y como dice la tradición
Tolteca, que mantienen el punto de encaje posterior fijo en la misma
posición, impidiendo su movimiento y reduciendo el ensueño.
Precisamente
la liberación del punto de encaje posterior nos llevara a poder codificar otros planos
multidimensionales y lograr el ensueño. Por ello el “No hacer”, permite romper nuestras rutinas
y así nos focalizamos en el momento presente, donde el dialogo interno cesa.
Ese cambio
de actitud en la vida y el mundo, ese poner nuestra atención y nuestra
consciencia para dejar de pensar, sentir y actuar como siempre lo hacemos,
produce un ahorro de nuestra energía, es como apagar el “piloto automático” con
el que manejamos nuestra vida y poner toda nuestra atención en cada acto.
Los no-haceres permiten que el cuerpo junte poder y se acumule energía
que después servirá para poder acceder a otros planos multi-dimensionales, mantenerse
lúcido, despertar y poder desplazarse dentro de él.
Algunos ejemplos de los “no haceres” es escribir con la mano que no se
usa, caminar hacia atrás, usar la mano que no solemos usar para comer, cepillarnos
los dientes con la otra mano, es decir enfocarnos en detalles que habitualmente
no lo hacemos, por ello cualquier cosa fuera de nuestra rutina puede ser un no
hacer.
Otros ejemplos pueden ser dormir del lado contrario de la cama, peinarse
de manera diferente, usar ropa diferente, cambiar de ruta para ir al trabajo,
dormir a diferentes horas a las habituales, leer un libro al revés, realizar
largas caminatas en silencio, ver la televisión sin sonido, etc….
Todo ello lo que se busca con los no haceres, es despistar a la mente y
sobretodo liberar el núcleo posterior.
En
conclusión diré que para un nagual del linaje de los Guerreros del Águila, que
comparte las profundas enseñanzas de los toltecas, junto con otras ideas de
muchas corrientes filosóficas, inculcan los “No haceres”.
Pudiendo
decir así para finalizar que los seres humanos nacemos libres pero a medida que
aprendemos, nos hacemos esclavos de nuestras propias rutinas y paradigmas, en
donde con los “no haceres” nos libraremos poco a poco de ese lastre mal
aprendido, pudiendo alcanzar así otros estados multidimensionales.
Un fuerte
abrazo para todos
Happy
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