Un “Estado Laico” no es sinónimo de hostilidad o indiferencia
contra ninguna religión o Iglesia, sino todo lo contrario, basándose en los
derechos constitucionales que garantizan la “libertad de conciencia” y “la
libertad religiosa” como pilares del respeto a la “pluralidad” dentro de las
sociedades “liberales”; basándose en estos principios, protege la diversidad
religiosa y la cooperación con todas las confesiones dentro de la “neutralidad
del Estado”.
Por ello el concepto de "Estado laico", opuesto al
de "Estado confesional", surgió históricamente de la Separación
Iglesia-Estado que tuvo lugar en Francia a finales del siglo XIX, aunque la
separación entre las instituciones del estado y las iglesias u organizaciones
religiosas se ha producido, en mayor o menor medida, en otros momentos y
lugares, normalmente vinculada a la Ilustración y a la Revolución liberal.
Los laicistas consideran que su postura garantiza la libertad
de conciencia además de la no imposición de las normas y valores morales
particulares de ninguna religión o de la irreligión. El laicismo cuyo objetivo
es la secularización del Estado, aunque se distingue del anticlericalismo
radical ateo en cuanto no condena la existencia de dichos valores religiosos.
Un fuerte abrazo para todos.
Happy
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