Después de
analizar cuidadosamente los datos del telescopio espacial Kepler de la NASA, ha
encontrado por fin un mundo que podría ser similar al nuestro.
Es casi del
mismo tamaño que nuestro hogar planetario y tiene temperaturas que permiten
océanos líquidos en su superficie.
Así que ahí
va la gran pregunta: ¿Esta similitud se extiende a la biología? ¿Está Kepler
186f repleto de vida?
Encontrar la
respuesta no es fácil.
Para
empezar, el simple giro de un telescopio a este mundo con la esperanza de
encontrar vapor de agua, oxígeno o alguna otra huella de la vida no va a ser un
éxito. Está demasiado lejos.
Elisa
Quintana, astrónoma del instituto SETI y autora principal del artículo que
describe este descubrimiento, señaló que incluso los grandes telescopios de
nueva generación no tienen la potencia necesaria para encontrar estas pistas
sobre Kepler 186f.
Un fuerte
abrazo para todos.
Happy
***Escrito
por Seth Shostak, astrónomo del Instituto SETI.
***Fuente:
Huff Post Science
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