sábado, 11 de abril de 2015

EL EGO


 EL EGO

¿Qué es el ego?

Una definición sencilla seria la valoración excesiva de uno mismo. En el lenguaje coloquial, el ego seria como exceso de autoestima.

Existen varias palabras muy utilizadas en nuestro idioma que precisamente se sustentan en la palabra ego, cuyo significado son  

1-egoísmo, es el  término que hace referencia al amor excesivo e inmoderado  que una persona siente sobre sí misma y que le hace atender desmedidamente su propio interés. Por lo tanto, el egoísta no se interesa por el interés del prójimo y rige sus actos de acuerdo a su absoluta conveniencia.

2-egocentrismo, es la característica que define a una persona que cree que sus propias opiniones e intereses son más importantes que las de los demás. Parte de la hegemonía de que sus pensamientos por sobre los otros, lo que él piensa, opina, decide, cree y razona es primero y más importante que el resto, el mundo gira alrededor de su individualidad y lo que no se ajusta a él es rechazado y desvalorado por su opinión

3-egolatría, que tiene un amor exagerado de sí misma.

En definitiva todos estos términos hacen referencia a todo individuo que no sólo tiene un amor excesivo por su propia persona sino que además esto le hace estar en todo momento pendiente de su propio interés sin tener en cuenta el de las demás personas que le rodean.

En nuestra época, el ego es el factor que nos alienta a sobrevivir, a amarnos (a veces en exceso) y valorarnos.

Por ello hay doctrinas que afirman, como el budismo, que en la destrucción del ego está la iluminación y el despertar de la conciencia, lo que es dejando el mundo físico y el interés por la propia persona (se refiere a la envoltura carnal y al entorno que la mima) y desapegándose de todos los deseos que inspira el "ego".  

Así el ego eres tú mismo tu verdadero yo aquel que se encuentra dentro de ti, por eso dicen "egoísta" es decir te amas solo a ti, y quieres todo solo para ti; "Egocéntrico" tu quieres ser el centro de todo, donde el EGO seria igual al YO.

Como dice muy bien Emilio Carrillo cuando habla del ego pone el ejemplo del coche donde nuestra conciencia es el conductor y el coche es el ego, un dia el coche será viejo y morirá pero el conductor es decir nuestra alma o conciencia seguirá viva y posiblemente tengamos otro coche nuevo para seguir nuestra evolución.

Por lo tanto el ego es justo lo contrario de nuestro verdadero ser.

No es ese sustrato de nuestra existencia en el que nos reconocemos, sino una falsa identidad que adoptamos en nuestro proceso de socialización precisamente para que, reflexionando sobre lo accesorio, no nos planteemos preguntas sobre lo verdadero.

El ego es un envoltorio de nuestra conciencia y, a menos que nos liberemos de él, jamás llegaremos a conocernos a nosotros mismos.

Es nuestra ambición la que dará la medida de nuestro ego, que es también la medida de nuestra falsa realidad.

Pero es curioso que el ego, es decir el yo individual, según la corriente filosófica que sigas o leas, te diga que es malo o bueno.

Personalmente pienso que es bueno, siempre y cuando el ego impulse al individuo a conocerse a sí mismo y hace que se sienta útil y participe del entorno que le rodea, será entonces cuando se potencia su parte activa, se valora y ayuda a crear una sociedad más justa y mejor para todos.

Sin embargo el ego es muy malo, cuando el individuo pierde la noción de su entorno y se cree superior a los demás y piensa que “el mundo se mueve gracias a él”, actúa con prepotencia y no pierde ocasión en humillar a los demás.

El chileno Alejandro Jodorowsky dice que las personas con un gran ego necesitan ser el centro de atención, ansían reconocimiento y les preocupa muy poco los demás. Por el contrario, una saludable autoestima nos permite respetar nuestros propios deseos y también los de los demás.

Pau Hernández habla de “estado de sobriedad”, donde el ser humano tendríamos que actuar con moderación, austeridad, parquedad y seriedad donde el dice que se logra ese estado cuando “No te quejas, no criticas y no haces ensalzamiento del Ego”.

Andrew Matthews, profesor y escritor galés, conocido por sus libros de autoayuda, por cierto muy didácticos, comenta sobre el ego diciendo “Que tontos son aquellos que se alejan de lo que es real, verdadero y duradero y en cambio persiguen las formas fugaces del mundo material, formas que son simples reflejos en el espejo del ego”.

Me llamo la atencion de un escrito del maestro chino Han Shan de la dinastía Tang, conocido con el nombre de "El Sabio de la montaña fría" que habría vivido entre mediados del siglo VII, dijoTodo en la vida depende de las decisiones que nosotros mismos tomamos, pero sin lugar a dudas el enemigo no es nuestro ambiente, está en nosotros mismos” ¡es decir nuestro ego!.

Alejarnos de nuestro ego es muy dificil tal y como está montada la sociedad hoy en dia, ya que todo a nuestro alrededor nos hace apegarnos a las cosas materiales.

Esto nos crea unas características propias y nos genera una identidad social y una percepción muy especial de nosotros mismos donde nos da una ilusión de nuestra propia  imagen alejándonos cada vez mas de nuestros verdaderos orígenes espirituales y sutiles que realmente somos.

Desde una perspectiva espiritual, el ego quiere decir considerarse a sí mismo distinto de los demás y distanciarse de esa conciencia colectiva a la que pertenecemos todos.

El ego es llevar nuestra vida pensando que nuestra existencia se limita exclusivamente a nuestros 5 sentidos.

Nuestro verdadero ego seria la identificación de nuestra alma con nuestro principio de existencia relacionándolo con nuestro mundo interior y vivir nuestro día a día de acuerdo con esta conciencia.

El primer paso para doblegar al ego es reconocer nuestra fragilidad y para apaliar que el ego te cause una mala jugada en tu espiritualidad, todo buen buscador de la verdad, el equilibrio y la paz interior, ha de desarrollar algo de suma importancia, “la humildad”.                                                                                               

Siendo humildes y sencillos impedimos al ego que nos cree un falso estado de equilibrio y paz interior, pues si el ego nos hace sentir orgullo por el grado de espiritualidad que poseemos, nos estará llevando a su terreno, y acabará por hacernos sentir frustrados.                                                                                                        

El ego siempre querrá entremezclase con todo lo que haya en tu mente, querrá influir en ello, querrá que le sirvas a él, y no a tu verdadero Ser.

También en la espiritualidad, si nos descuidamos, nos hará creer que somos seres altamente avanzados y sabios, lo que nos distraerá de nuestro verdadero cometido, que es encontrarnos con nosotros mismos, con nuestra verdadera esencia, nuestro Ser.                                                                                                                 

De la mano de la humildad debemos emprender nuestro viaje interior ejercitando y estimulando en todo momento otras dos virtudes básicas, nuestra dignidad y nuestro Amor propio. 

Porque valorándonos y amándonos desde la virtud y la inocencia reforzamos nuestra divinidad y cortamos las alas a nuestro ego, que de esa manera no puede ejercer toda su influencia en nosotros. Pues lo que atesoras en el corazón, él no puede desvirtuarlo, solo podrá desvirtuar lo que haya en tu mente.       

Si tropiezas y caes, levántate cuantas veces sea necesario, pero observa bien en tu interior, que es lo que te hizo tropezar, a fin de no tropezar dos veces con la misma piedra.

El camino que nos lleva a la ascensión de nuestro ser no es fácil; ya que vivimos en una sociedad que lo tenemos todo en contra donde se vive en un mundo cubierto con una carcasa de egoísmo, violencia, odio y mucho materialismo que hay que superar para poder ver la luz y vivir en ella.

El ego puede destruir a un ser humano, ya que nos atrapa y nos encadena. Pero yo creo que no es el ego quien nos retiene. Es nuestro miedo y nuestra propia comodidad para que no seamos lo suficientes valientes para romper esas cadenas y dar el paso definitivo a nuestro cambio.

El secreto para vencer esas barreras es el amor que atiendas en tu vida y eso te hace más valiente y vencer al miedo.

Como he dicho antes esto no es fácil porque vivimos en una sociedad que fomenta el ego a través del individualismo; que se ve reflejado en el materialismo acumulativo fomentado por el egoísmo, que todo lo quiere para sí, dejándose incluso uno tuerto por ver a los demás ciegos.

No estaría mal aprender de uno mismo y de nuestros propios errores

Me parece muy curioso que en oriente en la filosofía hindú del Cachemira Shaivismo el concepto de sobre el Ego lo denominan “Aham” pero ellos tienen un sentido muy diferente del sentido de nuestro ego y lo llaman “Aham” lo  definen como el corazón supremo, trascendente Ser , conciencia suprema o la conciencia infinita.

Es decir en la filosofía hindú le dan un sentido 180º diferente al nuestro, donde el sentido del ego es más puro, espiritual y sutil.

Antes de terminar me gustaria contestar a la pregunta que se formula ¿Ego y yo es lo mismo, verdadero o falso? Pues volviendo al ejemplo de E. Carrillo diremos que el Ego es el coche y yo la conciencia el conductor, eso quiere decir que mientras dure el coche iremos juntos nuestro cuerpo y nuestra conciencia y una vez el coche muera el conductor seguirá su camino siguiendo nuestra conciencia su evolución sutil.

En conclusion tendríamos que aprender mucho de esa filosofía hindú, donde en occidente podemos decir, que la ficción humana mayor de nuestra realidad es el ego y ¡Aprender a conocerse a uno mismo es el mayor reto sin duda que tenemos en esta vida!.

Un abrazo para todos.

Happy
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario