A lo largo de la historia de la metafísica y la
epistemología, se ha discutido acerca de la pertenencia o no de tal sujeto a la
realidad que conoce, y si ésta última es realmente la verdadera realidad, o bien
ve una parte de ella, o una realidad falsa, o si en realidad es él quien la
construye, como lo afirma el constructivismo.
La metafísica aborda problemas centrales de la filosofía,
como lo son los fundamentos de la estructura de la realidad y el sentido y
finalidad última de todo ser, todo lo cual se sustenta en el llamado principio
de no contradicción, razonamiento que establece la imposibilidad de que algo
sea y no sea al mismo tiempo.
Según Kant La realidad entendida como aquello que existe de
por si e independiente del individuo no se puede conocer.
Y Kant llama a este mundo que no podemos conocer como “El
mundo nouménico” y Kant por tanto plantea que el sujeto cognoscente no conoce
el noúmeno, o verdad última de su realidad, sino sólo el fenómeno de ella.
Las estructuras del sujeto que le permiten conocer son dos:
sus sentidos y los juicios de la razón.
Kant posiblemente basándose en la filosofía de Platón
describe el noúmeno como una especie inteligible o idea que indica todo aquello
que no puede ser percibido en el mundo tangible en el que vivimos.
Platón, en la alegoría de la caverna, plantea que la especie
humana es capaz de conocer solamente las sombras de la realidad, y que ésta se
encuentra en el llamado Mundo de las Ideas.
El positivismo que es una corriente filosófica del siglo XIX
que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y
es el positivismo el que mantiene al sujeto fuera de la realidad, entendiendo
el conocimiento como la extracción de contenido de tal externalidad.
En cambio, el constructivismo, y en especial Ernst von
Glasersfeld, consideran al sujeto como generador de su propia realidad.
Humberto Maturana relaciona esto último con la idea de
autopoiesis; la capacidad del ser vivo para autogenerarse.
La idea que nosotros tenemos de nosotros mismos esta fuera de
su relación con nuestro modo de intuirlo o percibirlo; no es objeto de nuestros
sentidos y por lo tanto ni de nuestro conocimiento.
Para Kant no cabe un conocimiento de la realidad nouménica
pero es posible acceder a dicha realidad mediante la experiencia moral; por
ejemplo, aunque sólo podemos conocernos a nosotros mismos como seres sometidos
a la causalidad dominante en el ámbito de los fenómenos.
Recordemos que la metafísica es la parte de la filosofía que
trata del ser, de sus principios, de sus propiedades y de sus causas primeras.
Dicho esto hay algunos filósofos que han sostenido que el ser
humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica.
Kant la calificó de "necesidad inevitable". Arthur
Schopenhauer incluso llegó a definir al ser humano como a un "animal
metafísico". Martin Heidegger ha replanteado todos los asuntos metafísicos
introduciendo en ellos una transformación radical que necesariamente tiene que
tomarse en cuenta.
En mi modesta opinión seremos los seres humanos quienes
determinaremos las cosas y las conoceremos por nosotros mismos y toda la
ciencia contemporánea va a depender de este concepto que es uno de los
fundamentos más importante para la ciencia.
Los humanos cada vez más vamos desvelando los misterios que
hay en la realidad, para intentar acercarnos a lo que uno se plantea y se
pregunta ¿Qué somos?
En el siglo XVIII, el genial Kant, sin necesidad de tanta
ciencia avanzada, con su filosofía y súper-mente tan poderosa logró cosas que
apenas la ciencia y física cuántica hoy
está tímidamente comprobando.
Un fuerte abrazo para todos.
Happy
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