Según el diccionario el Silencio es
el estado en el que no hay ningún ruido
o no se oye ninguna voz. El silencio seria la ausencia total de sonido.
Sin embargo, el que no haya sonido
alguno no siempre quiere decir que no haya comunicación. El silencio es igual
de importante que el sonido porque sin sonido no se podrían hacer silencios
Por ejemplo el silencio ayuda en las
pausas reflexivas que sirven para tener más claridad en los actos de una
conversación, donde el silencio sirve de pausa reflexiva tras una comunicación,
para ayudar a valorar el mensaje.
En la música, el silencio marca “el
tempo” que es tan esencial en la música contemporánea como en la clásica.
Para Joaquín Pertierra en su
monólogo del silencio, dice “Para mí, escuchar al silencio quiere decir escuchar al otro, ponerse en
su lugar, tratar de comprenderlo para, desde ahí, resolver con la palabra los
conflictos que hayan podido surgir”.
Vivimos desgraciadamente en un mundo donde sólo importa cada
uno, el individualismo está presente en cada paso que damos.
Sin embargo, es muy extraño escuchar a alguien decir que se
toma unos minutos al día para realmente pensar en sí mismo de la mejor manera
posible, ¿y esto cómo se hace? Mediante el silencio.
Ya que el silencio es una excelente herramienta para muchas
cosas, desde enriquecer nuestra vida interior a “bajar varias revoluciones”
cuando estamos ansiosos, nervioso o estresados.
Para ello es necesario parar de hablar un momento, dejar de
escuchar la televisión o a las personas (desde la pareja a los amigos, pasando
por los políticos a los periodistas) y comenzar a conectarnos más con el
silencio.
Los estímulos que nos rodean (publicidad, televisión, radio,
PC, ruidos, conversaciones, bocinas) hacen que nuestro cerebro siempre esté en
“alerta”. Estamos continuamente pendientes de lo que ocurre más allá de nuestro
cuerpo, hasta cuando dormimos. Sin ellos, podemos sentirnos solos, abandonados,
con miedo, etc.
Pero, ¿Qué puede suceder si nos quedamos en silencio
verdadero, ese que sólo está en el campo, en el amanecer, en el mar fuera de
temporada? ¿Qué es lo que se puede encontrar en este silencio o falta de
sonidos molestos? ¿Qué tiene para aportarnos a nuestro despertar como personas?
El silencio en el mundo occidental, dice el psicólogo chileno
Claudio Araya en su libro “el mayor avance es detenerse”, está desvalorizado.
Se cree que es algo malo, que no podemos quedarnos callados o no escuchar nada
por algunos minutos. Tal como podemos ver o analizar al mundo hoy, pareciera
que le tenemos mucho miedo al silencio.
Según el escritor español Raimon Panikkar, una de las
enfermedades del hombre moderno es la “sigefobia”, justamente, el temor al
silencio.
Esto se debe a que vivimos en una sociedad donde el poder más
terrible a disposición es el ruido, el sonido.
No sólo los niños tienen terror del silencio, sino cada vez
más los adultos.
¿Pero cual es la verdadera riqueza de guardar el silencio?
Con la vorágine del día a día, la rutina, las obligaciones,
el llegar primero, el llenar la agenda de actividades, etc, carecemos de
riqueza interior y no podemos interpretar las señales que nos brinda nuestra
realidad.
Sin lugar a dudas despues de una jornada de duro trabajo y de
mucho ruido el estar en silencio nos ayudara
en nuestra salud psíquica.
Cuando realmente aparece el silencio es cuando nuestro cuerpo
se transforma en un espacio profundo y es cuando este silencio permite que se
manifieste con nuestro verdadero ser, es decir lo legítimo y positivo de los
seres.
El silencio es un espacio íntimo de cada uno de nosotros que
no ha sido explorado ni conocemos a fondo todavía. Así por ejemplo cuando en
una conversación y por cualquier razón hay una pausa es increíble pero nos
sentimos en una situación embarazosa.
Poder encontrar y disfrutar del silencio de nuestro interior
puede sonar irónico, porque fuera de nuestra mente y dentro de nuestro cuerpo
hay un sinfín de sonidos, y este contenido debe salir, porque cuánto más ruido
externo tengamos, más dependeremos del mundo exterior y más nos alejaremos de
nuestra realidad.
Si queremos conocernos más a nosotros mismos será
imprescindible tomar al dia unos momentos de silencios ya que el autoconocimiento
es vital para alcanzar la felicidad que todos tanto buscamos y también para
poder resolver los problemas que nos aquejan en todos los ámbitos de la vida.
En conclusion el silencio que tomemos en nuestro dia a dia será
una gran oportunidad para estar en sintonía con nuestro yo interior, pudiendo
afrontar muchísimo mejor los problemas que nos ocurren y en definitiva ser
felices.
Un fuerte abrazo para todos.
Happy.
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