Me llamo mucho la atención un artículo de Bernardo Ortín que es un doctor
en Filosofía y Ciencias de la educación por la Universidad de Valencia, donde Mónica
Salido Martínez y Ángel L. Fernández Recuero le hacen una entrevista y repito
me gusto mucho sus conceptos y su punto de vista que aquí voy a intentar
resumir parte de la larga y genial entrevista.
Alguien dijo que hay dos tipos de medicina: la buena y la mala.
Gregorio Marañón dijo que “la cirugía es el fracaso de la medicina”.
Y, sin embargo, mucha gente vive gracias a la cirugía.
Por otra parte los antibióticos han salvado muchas vidas, pero la
hipermedicación también está dificultando la vida de muchas personas.
Con toda la filosofía que sabían los griegos, en el Partenón pusieron dos
frases que ese han hecho muy famosas: “Nada en exceso” y “Conócete a ti mismo”.
Como hemos dicho antes, no creo que sea bueno establecer una guerra fronteriza
entre los dos saberes.
El análisis debe de superar lo estrictamente ideológico para pasar a
analizar gestión de riesgos, factores, matices y procesos.
En estos momentos deberíamos evitar discusiones polarizadas y por el
contrario, entrar al detalle. Tomar un antibiótico o no hacerlo, no me
convierte en seguidor de un tipo de medicina. Lo importante es estudiar la
utilidad de cada remedio en cada caso.
Ahora necesitamos contextos de análisis inclusivos. Así el ser humano
tiende a convertir las paradojas en dilemas y eso es una mala vía de análisis.
Por otra parte y respecto a lo del pensamiento positivo, el ser humano
desarrolla su vida para ser completo, es decir, para integrar también su parte
más sombría.
Hace poco hemos visto cómo algunos abogados defensores de soldados
torturadores de la cárcel de Guantánamo han llevado a testificar a vecinos y
familiares para que dijeran que los acusados son personas fantásticas, cuando
han cometido actos atroces.
Como decía Jung, que el contexto no nos haga sacar a pasear nuestro aspecto
más sombrío, porque puede ser terrible.
Una persona en un contexto determinado puede realizar comportamientos muy
graves.
Por lo tanto, más que pensamiento positivo hay que utilizar un pensamiento
total y poner en marcha todas las armas posibles.
Hasta el amor tiene que venir a tiempo. Algunos educadores sociales se
sorprenden de que ayuden a sus alumnos a mejorar su vida y reciben malos modos
y agresiones.
Es como el cuento de Aladino y la lámpara maravillosa. Cuando Aladino frotó
la lámpara y salió el genio, éste lo quiso matar. Y Aladino, cuando consiguió
que el genio volviera a entrar en la lámpara, le preguntó por qué. El genio
contestó lo siguiente: cuando me encerraron aquí prometí colmar de deseos a
quien viniera a rescatarme. Pasaron cien años y nadie vino. Entonces prometí
que concedería tres deseos a quien me salvara. Pasaron cien años más y tampoco
nadie acudió. Entonces juré que aterrorizaría y mataría a quien me sacara de
aquí, pasaron quinientos años y has venido tú, Aladino.
El cuento nos enseña que hasta el amor tiene que venir a tiempo. No conozco
los datos clínicos de Steve Jobs, pero quizá no le vino a tiempo. Aunque quizá
también tenía razón en la última parte.
Truffaut siempre dijo que el cine era más importante que la vida hasta que
estaba a punto de morir, y entonces cambió de opinión y dijo que la vida era
más importante que el cine.
El Zen proviene de la palabra china Chan’g y a su vez esta es una
traducción de la palabra del sánscrito Dyana (meditación). Por lo tanto Zen
significa Relajado y sin stress.
Pero si nosotros creyéramos que el significado del Zen es solo meditación,
nos estaríamos quedando con un fragmento muy pequeño del verdadero significado
del Zen.
Por tanto el Zen-Tre es un espacio de salud integral donde la finalidad de
Zen-Tre es ayudar a las personas a recuperar su bienestar físico y psíquico con
recursos provenientes de la comunicación, el arte, la filosofía, la medicina,
la antropología, la sociología, la pedagogía y la psicología.
¿Por qué un enfoque tan multidisciplinar?
El ser humano es muy complejo y para abordar la salud de una forma real,
por ello se tiene que tener en cuenta estos factores multidisciplinarios para
poderlos abordar desde varios campos de trabajo.
Y aún hacemos poco, porque lo más fascinante es cómo las disciplinas parten
del estudio de los problemas que tienen los seres humanos.
Por eso buscamos un abordaje interdisciplinar porque a veces hay trastornos
de orden aparentemente psicológico, como ciertas depresiones, que mejoran más
con una pauta deportiva y una corrección postural que con muchas horas de
terapia hablada.
Hay patologías emocionales que mejoran con un nutricionista.
Hay muchas cosas que no son lo que parecen, ya que el ser humano es así.
Una cosa es lo que una persona pide y otra lo que realmente le ocurre.
Bernardo Ortín escribió junto a Trinidad Ballester un libro llamado Cuentos que cura.
Según los autores en este libro se escriben unos relatos magníficos, y buscan cómo devolver a
las personas su poder curativo, cómo devolverles las imágenes más potentes, que
son las que más pueden impulsarles hacia la curación.
Por eso hay cuentos de hadas de más de dos mil años; porque generan
improntas sensoriales y neurobiológicas que muestran caminos nuevos.
Cuentos que curan y que están encuadrados dentro de las metáforas
terapéuticas que buscan que las personas encuentren sus propias soluciones.
Por lo tanto, no son tanto cuentos con moraleja que indican el camino, sino
que muestran lo bello, duro, intenso y triste que puede llegar a ser vivir,
pero siempre apasionante.
Como decía Borges de que no podemos comprender la esencia de las cosas si
no entendemos antes sus metáforas, y este seria el principio de la terapéutica
para curarse.
Por eso este libro acaba animando a la gente a que escriba su
autobiografía.
En conclusión voy a terminar con la pregunta inicial ¿Qué piensas de las
medicinas alternativas? ¿Pueden convivir con la medicina tradicional? Como happy
y como medico puedo decir y esta es mi opinión personal que la salud es aceptable solo
cuando el cuerpo y el espíritu vivan en una buena armonía, si no hay un equilibrio
natural entre ellos, no podrá existir nunca una buena salud.
Por ello hoy día la medicina tradicional debe escuchar y complementarse con
la medicina alternativa, siempre y cuando esta última sea practicada desde el
conocimiento, la honestidad y la ética profesional.
Un fuerte abrazo para todos.
Happy.
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