El sueño lo podríamos definir como una “realidad virtual” que se experimenta al dormir. Aunque el estado
de vigilia es otro estado de nuestra “realidad
virtual”.
Por tanto diremos que sueño y vigila son dos estados
distintos de nuestra verdadera realidad virtual.
Los seres humanos desde que tenemos consciencia de nuestra
existencia dentro de este mundo, somos testigos de lo que nos acontece cuando
dormimos.
No podemos negar que lo que sentimos, intuimos y vivenciamos como
sueños, nos puede llegar a confundir, como si se tratase de una vida
paralela a la cual no tenemos acceso estando en el plano consciente de vigilia.
En este mundo se le han transferido a los sueños, muchas
connotaciones apoyadas por significados
cuyos mensajes argumentan una supuesta realidad subjetiva que justifica a la
mente humana su comportamiento y estados
de alteración como producto de su asociación con la realidad, dando a entender
que lo que el consciente no puede expresar libremente lo hace en el
inconsciente mientras el humano duerme.
Nos lleva a entender que todo lo que experimentan las
personas durante el día queda grabado en la mente y durante el estado onírico proyecta las
descargas de lo que reprimió, suprimió, vivencio o asoció en su interrelación
con el entorno socio-familiar y que está relacionado con su cansancio
psicofísico o estrés.
Sin embargo algo dentro de nosotros nos dice, que la versión
explicada por la ciencia no nos lo han dicho todo, o por lo menos su
argumentación se basa más bien en un enfoque que justificaría su posición
porque es la mejor manera de negar que los seres humanos cuando se encuentran
durmiendo se interrelacionan y asocian con otros mundos, que como existencia no
es la única raza, que planetariamente tampoco vive aislado como le han hecho
creer, sino acompañado por civilizaciones que pueden
fácilmente perturbar su condición humana 3D o enriquecérselas como integrante
de este Cosmos de Luz, mientras duerme.
Culturalmente los seres humanos son inducidos a interpretar
sus sueños dentro de un marco imaginario o místico que se presta a múltiples
interpretaciones y asociaciones. Estas ideas lo alejan por completo de la
posibilidad de una realidad paralela que lo
llevaría a formar parte de una vida
que interactúa con otras
dimensiones que bien pueden aceptarlos o denigrarlos como razas humanas
3D.
Lentamente hemos
aprendido que el mundo en que vivimos no es lo que aparenta ser.
Que el trato que recibimos en este mundo nos ha llevado a
incursionar en la búsqueda de querer saber la verdad, que con el correr de los
tiempos se convirtió en una búsqueda incesante que despertó sospechas y más
interrogantes ante lo que se percibía como realidad oculta, que fue
develándonos la existencia de otras formas de vidas a la cual entendemos como
extraterrestres, hasta llegar a una fase de la investigación como lo son las
abducciones y que estas ocurren mientras
los seres humanos se encuentran durmiendo y creyendo que están soñando.
Esto es algo que hasta el día de hoy, su difusión abierta es
sumamente controlada, que se hace todo
lo necesario para desmentir que las pruebas y estadísticas de que las
abducciones existen mientras los seres humanos se encuentran en su proceso
onírico.
Al no disponer los humanos de la totalidad de la información
y confirmación de que realmente llevan una vida paralela cada noche cuando
se desconecta de su holograma biológico,
es decir la vida en el sueño es tan real como cuando estás en tu estado de
vigilia.
Además nos resulta difícil y hasta complejo entender lo que
hacemos durante el sueño, hacia donde vamos y quienes son las personas, figuras
o presencias que nos acompañan en las escenas de los sueños.
Como el ser humano hemos perdido esa percepción de la
realidad de los sueños y cuando queremos interpretar lo sucedido mientras
dormimos, no podemos imaginar lo que hacemos en esa vida en “Estado
Onírico”, las interpretamos como alucinaciones difusas, en donde en algunos
aspectos no tienen sentido, que lo hacen divagar en realidades que en un alto
porcentaje terminan siendo falsas e ilusorias, sin que pueda darse cuenta que
los sueños es la interpretación dentro de otro espacio dimensional en el que se
encuentra vibratoriamente incluido el ser humano en su parte más sutil.
Los seres humanos, tienen que modificar la idea con la que viven sus sueños, como si se
tratase de algo mágico o traumático. Lo que se vive en ellos no son
premoniciones, desencuentros o hechos abstractos que le proyecta su mente como
producto de su cansancio psicofísico, de su
deterioro psicológico o aparato perceptivo.
Por tanto los sueños no son el resultado de nuestra ansiedad, o
angustia como liberación de nuestro impacto emocional en vigilia, sino que son hechos
concretos que se desencadenan en los laberintos multidimensionales.
En conclusión diremos: ¡Ah!
¡Los sueños! Cuando soñamos es cuando comprendemos la pobreza de nuestra
realidad física y es cuando llega la riqueza de nuestra existencia sutil.
Porque si es negro vivir, gris es mejor soñar, y lo mejor de
todo será el blanco de nuestro despertar.
Un fuerte abrazo para todos
Happy.
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